• Empleados de una de las oficinas de la empresa Pivotal en San Francisco.
Publicada: martes, 22 de noviembre de 2016 7:42

La gigante empresa de software, Pivotal, tal vez es una de pocas compañías en el mundo que obliga a sus empleados a comenzar el día a las 9:06.

Los empleados de las 20 oficinas que tiene esta empresa global en distintos países tienen que estar listos para empezar a trabajar a las 9:06 exactas.

A la hora señalada, repica una campana o suena el estruendo de un gong para que todos los empleados se congreguen en una reunión general, que dura entre cinco y diez minutos y a la que todos asisten de pie.

Los programadores no pueden escribir códigos bien si están muy cansados, así que no queremos que trabajen hasta tarde", apunta el fundador y director ejecutivo de Pivotal, Rob Mee.

Luego, los programadores se sientan frente a sus pantallas y no hay más reuniones ni compromisos que los distraigan de su labor por el resto del día.

La rutina es el resultado de las evaluaciones del fundador y director ejecutivo de Pivotal, Rob Mee, quien quería volver la jornada laboral tan eficiente como fuera posible.

El fundador y director ejecutivo de Pivotal, Rob Mee.

 

"Me di cuenta de que los programadores, si los dejas frente a sus equipos, pueden no ser productivos hasta las 10 de la mañana. Y si no han comido adecuadamente, a las 11 tendrán hambre y pararán para comer, con lo cual luego la tarde se les hará larguísima. No es muy eficiente", apunta Mee.

"Entonces pensamos, 'démosle a todos el desayuno'. Eso le da a la gente un incentivo para llegar aquí por la mañana".

Pero, ¿por qué seis minutos pasada la hora?

"Pensamos que si decíamos a las 9 los desarrolladores lo tomarían como una guía de referencia, 'bueno, si es las 9 voy a llegar un poco tarde'", señala Mee.

"Entonces evaluamos establecer las 9:05 como horario, pero eso es demasiado preciso y a los desarrolladores no les gusta 'sobre-optimizar', así que nos inclinamos por las 9:06. Y luego se volvió un dato gracioso de nuestra identidad corporativa".

Entrar a tiempo, salir a la hora

Con el final de la jornada los jefes de Pivotal también son estrictos: todo el personal tiene que estar fuera de la oficina a las 6 de la tarde en punto y nadie está autorizado a trabajar después del atardecer.

Mee explica sus razones: "Los programadores no pueden escribir códigos bien si están muy cansados, así que no queremos que trabajen hasta tarde".

Mientras que la aproximación al horario de Pivotal puede parecer curiosa su negocio es en realidad uno de los más exitosos del rubro.

Valorada en US$ 2800 millones, la empresa tiene entre sus inversores a Dell y Microsoft, al conglomerado General Electric y al gigante automotriz Ford. Y se encarga de entrenar a los equipos de software de otras compañías, incluidas varias firmas de tecnología, en cómo programar mejor.

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