La agencia de noticias Fars, citando a una fuente de inteligencia del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, ha informado este domingo de la identificación, el arresto y el desmantelamiento de tres bandas que pretendían realizar actos de “sabotaje y asesinato” en las provincias de Juzestán (suroeste), Isfahán (centro) y Fars (sur).
Conforme al medio iraní, los tres equipos tienen vínculos con el grupúsculo terrorista Muyahidín Jalq (MKO).
“Los equipos terroristas tenían respaldo y eran guiados por un país europeo”, ha precisado la fuente y destacado que las fuerzas de CGRI lograron detener a estos elementos antes de que socavaran la seguridad del país.
Además, ha señalado que los equipos antes mencionados habían planeado reclutar y formar redes entre los alborotadores, que actúan en los recientes disturbios en el país, e implementar acciones como atacar centros gubernamentales, de seguridad y policiales, destruir propiedades públicas e intentar matar a ciudadanos.
Según confesiones de los individuos terroristas arrestados en Juzestán, las bandas habían organizado planes para asesinar a personalidades árabes en la provincia, así como a la gente de la región.
Asimismo, los equipos terroristas buscaban repetir el escenario de asesinatos bajo bandera falsa y crear disturbios en Juzestán, acciones similares a los recientes disturbios que han ocurrido en la ciudad suroriental de Zahedan en la provincia de Sistán y Baluchistán.
El sábado, el presidente de Irán, Seyed Ebrahim Raisi, precisó que complots de enemigos para fomentar la inseguridad en el país fracasó. “Hoy, Irán y nuestras diversas ciudades están a salvo. Los estadounidenses y nuestros enemigos intentaron hacer que el país, [...] pero fracasaron”, hizo hincapié el mandatario.
En las últimas semanas, algunas ciudades de Irán habían sido escenario de disturbios y actos de vandalismo. Las autoridades iraníes ven las huellas de Estados Unidos, Israel y varios Estados europeos en los disturbios ocurridos después de la muerte de la joven iraní Mahsa Amini —el 16 de septiembre en un hospital de Teherán, tras su detención policial— y advierten de que actuarán con firmeza ante los que intenten cruzar su línea roja, es decir, la seguridad y protección de la vida y la propiedad de las personas en Irán.
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