"Un grupo de expertos militares iraníes visitó Rusia después de la firma del primer contrato para la entrega de los sistemas S-300PMU (…) Ellos ahora recibirán una nueva formación porque los Antey-2500 difieren mucho de los S-300PMU", ha explicado este miércoles una fuente fidedigna citada por la agencia rusa de noticias Interfax.
Un grupo de expertos militares iraníes visitó Rusia después de la firma del primer contrato para la entrega de los sistemas S-300PMU (…) Ellos ahora recibirán una nueva formación porque los Antey-2500 difieren mucho de los S-300PMU", señala una fuente fidedigna citada por la agencia rusa de noticias Interfax.
A principios de este año, las autoridades rusas anunciaron que suministrarían a Irán una nueva versión del sistema S-300, una decisión que también provocó la furia de Estados Unidos.
Por otra parte, Interfax ha informado que Irán ha aceptado retirar una demanda que presentó contra la empresa rusa de armas Rosoboronexport por incumplimiento del contrato sobre el suministro de los S-300.
"Las partes acordaron la revocación de la demanda iraní presentada contra Rosoboronexport ante los tribunales de Ginebra, en la que pedía una multa de hasta 4 mil millones de dólares", ha señalado.
Ha detallado que Irán dejará sin efecto la demanda tras la entrega del primer lote de los sistemas de misiles rusos.

En 2007, Teherán y Moscú firmaron un contrato de 800 millones de dólares para la compra de al menos cinco baterías de sistemas móviles de defensa aérea S-300, capaces de detectar objetivos a 300 kilómetros de distancia y guiar 12 misiles contra 6 objetivos al mismo tiempo.
No obstante, durante el mandato del presidente Dmitri Medvedev, en 2010, Moscú se negó a entregarlos, bajo el pretexto de que el acuerdo firmado estaría sometido a la cuarta ronda de sanciones impuesta por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU).
El pasado mes de abril, mediante un decreto, el presidente Putin eliminó la prohibición de los suministros de S-300 a Irán, hecho que fue saludado por las autoridades iraníes, quienes insisten en que el acceso a dicho sistema tiene carácter defensivo.
En este sentido, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, puso de relieve que tras la entrega de los S-300 a Irán, “los que todavía quieran atacar al país persa, probablemente, tendrán que pensárselo al menos dos veces”.
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