“Les estamos diciendo a los enemigos que responderemos ante cualquier amenaza contra las aguas e intereses de nuestro país”, ha resaltado este martes el subcomandante de la Fuerza Naval del Ejército iraní para la Coordinación, el contralmirante Hamze Ali Kaviani, en un discurso ofrecido durante una ceremonia para dar la bienvenida a la 69.ª flota de buques de guerra de la Armada iraní en la ciudad portuaria de Bandar Abás (sur), que regresaba de una travesía de más de dos meses de duración.
“Una de las características notables de esta flota de buques de guerra es el poderoso destructor, totalmente fabricado por Irán, Sahand, que atracó en el puerto de Bandar Abás después de casi 70 días de recorrido”, ha remarcado.
Dicha flota de la Armada iraní, compuesta por el destructor Sahand, acompañado por el buque logístico Bandar Abás, participó en septiembre pasado en las maniobras a gran escala denominadas Zolfaqar 99, que se desarrollaron en un área de dos millones de kilómetros cuadrados, abarcando las aguas orientales del estrecho de Ormuz, el mar de Omán y el norte del océano Índico hasta la coordenada 10ºN.
Kaviani ha destacado que las fuerzas navales del Ejército y del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán han conformado una “fuerte cadena de defensa” desde el norte del Golfo Pérsico hasta el norte del océano Índico, que neutralizará cualquier amenaza o agresión contra el país persa.
En esta misma línea, el alto mando castrense ha enfatizado que la Armada iraní seguirá manteniendo una presencia poderosa y constante en alta mar para salvaguardar los intereses nacionales, sin depender para ello de otros países.
En los últimos años, las fuerzas navales del Ejército y del CGRI han incrementado su presencia en las aguas internacionales para velar por la seguridad de las rutas navales ante los ataques piratas y para contrarrestar los barcos estadounidenses que violan repetidamente la soberanía de las aguas jurisdiccionales de Irán, especialmente en el Golfo Pérsico.
Las Fuerzas Armadas iraníes aseguran que no buscan una guerra con nadie, pero advierten que responderán a la más mínima intención de socavar la seguridad de Irán, especialmente en el Golfo Pérsico, que es considerado una de las líneas rojas de la República Islámica.
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