En declaraciones ofrecidas este jueves tras el lanzamiento con éxito de unos misiles de crucero de largo y corto alcance de fabricación nacional por la Marina del Ejército de la República Islámica de Irán, el ministro adjunto de Defensa del país persa, el general de brigada Qasem Taqizade, ha resaltado la capacidad de la industria militar de Irán en suministrar todas las necesidades de las Fuerzas Armadas gracias a la potencia científica nacional y pese a las sanciones injustas del sistema arrogante mundial.
Al respecto, ha recalcado que los expertos del sector de defensa han elevado el nivel del poder nacional al diseñar y fabricar la última generación de las armas y equipos de defensa de acuerdo con el tipo de amenazas y las necesidades de las Fuerzas Armadas.
“Hemos logrado proporcionar a nuestras Fuerzas Armadas los productos de defensa más avanzados con tecnología indígena en el menor tiempo posible sin depender de los países extranjeros”, ha apostillado.
El general Taqizade ha hecho énfasis en que el Ministerio de Defensa no escatimará esfuerzos en reforzar y mejorar la capacidad de combate de las Fuerzas Armadas del país y seguirá con la producción de los equipos estratégicos más diversos, sofisticados y avanzados destinados a las guerras misilísticas, terrestres, aéreas, navales, electrónicas y de defensa.
La República Islámica ha hecho hincapié, en múltiples ocasiones, en que sus tropas están listas para dar una “respuesta contundente, en un tiempo récord”, a cualquier agresión en su contra.
Sin embargo, ha aseverado que el poderío militar de Irán tiene exclusivamente un carácter disuasivo y defensivo, y no representa ninguna amenaza para otros países del mundo.
El desarrollo militar y defensivo del país persa, según las evaluaciones de varios observadores, ha ocasionado un cambio en el equilibrio de poder en la región del oeste de Asia a favor de Irán.
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