Estos días todo Irán se ha teñido de negro por el luto del tercer Imam de los musulmanes chiíes, el Imam Husein (la paz sea con él), quien sacrificó su vida y la de su familia para defender el Islam ante la crueldad.
En Irán, el país de mayoría chií, los enlutados se han reunido en los centros religiosos o han salido a las calles participando en las marchas conmemorativas denominadas Dasteh, rindiendo homenaje a los mártires de Karbala.
Fue en el año 680 cuando el ejército del califa omeya, Yazid, lanzaba un terrible asedio sobre los compañeros del imam Husein privándolos de agua en el caluroso desierto de Karbala, en Irak. No obstante, el símbolo de la fidelidad y sinceridad, en este día, fue el Hazrat Abás, quien no aceptó la carta de salvación ofrecida por el ejército enemigo.
El día 10 del mes de Muharram, Abalfazl Abás (P) tras una lucha valiente para romper el cerco enemigo y traer agua para su familia y compañeros del Imam, fue asesinado con brutalidad.
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