"El acuerdo (...) está cerrado. No es cierto que con respecto a su contenido sustantivo y procedimental haya temas que requieran precisión adicional o un desarrollo que implique aclarar lo que no necesita aclaración alguna", ha aseverado la guerrilla mediante un comunicado publicado este martes.
El acuerdo (...) está cerrado. No es cierto que con respecto a su contenido sustantivo y procedimental haya temas que requieran precisión adicional o un desarrollo que implique aclarar lo que no necesita aclaración alguna", afirman las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)
Su afirmación se produce en respuesta a la advertencia formulada por el jefe del equipo negociador del Ejecutivo colombiano, Humberto de la Calle, que aseguró la víspera que "faltan decisiones por tomar y elementos por resolver".
De la Calle también negó que existan decisiones firmes sobre la participación en política de los guerrilleros, el cese definitivo de hostilidades y las garantías para quienes depongan las armas.
Sin embargo, las FARC han subrayado que "lo escrito" es "totalmente transparente" y no cabe por tanto una "interpretación unilateral" por parte de la Administración del presidente colombiano, Juan Manuel Santos.
Para el grupo guerrillero "poner en duda" el contenido del pacto implica también cuestionar "la fecha acordada para la terminación del conflicto".
"Para nosotros, lo sucedido el miércoles pasado no fue una puesta en escena para impresionar a la galería. Se trató de una entrega solemne de un documento que compromete a las partes", ha agregado.
El mandatario colombiano y el máximo jefe de las FARC, Timoleón Jiménez, alias 'Timochenko', firmaron el pasado 23 de septiembre un importante acuerdo sobre justicia transicional en La Habana (capital de Cuba). Esa misma jornada también se informó de que se llegará a un acuerdo definitivo con las FARC antes del 23 de marzo del 2016.
Las partes iniciaron un proceso de paz en noviembre de 2012 para poner fin a un conflicto armado interno que ha dejado, según estimaciones no oficiales, casi 5 millones de desplazados y al menos 600.000 muertos.
Recientemente, la guerrilla, para demostrar su apuesta por la paz, anunció su participación en el escenario político de Colombia, lo cual fue bien recibido por la sociedad de este país sudamericano, azotado por más de 50 años de conflicto.
Por su parte, Santos, durante su participación en la 70ª Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), declaró que la paz proporcionará a su país altísimos beneficios en lo económico, social y ambiental.
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