El mandatario de Colombia, Gustavo Petro, ha abogado este viernes por emprender una “transformación” profunda en las filas de la Policía, cuestionada por la sangrienta represión de las protestas y su actuación en la lucha antidrogas, en el marco de su plan de desarrollar una política de seguridad, enfocada en la paz y los derechos humanos.
“Estamos ante problemas más complejos que los de la vieja doctrina de seguridad fundada en la creencia falsa de que existe un enemigo interno en Colombia […] No existe enemigo interno en la sociedad colombiana”, ha subrayado el mandatario reprochando el enfoque militarista de la Policía colombiana.
Es más, el presidente ha resaltado el papel de la Policía Nacional en el combate a las drogas y los grupos armados que desde hace décadas avivan el conflicto interno.
Petro ha asegurado que “la transformación no tiene que ver simplemente con que se pase de un ministerio a otro, sino que es un poco más profundo”, pues tiene como meta la “seguridad humana”.
Desde otro ángulo, respeto a la represión policial adoptada por el Gobierno de su antecesor, Iván Duque, a lo largo de las protestas en el país, ha comentado que los agentes policiales deberán cuidar a los opositores del Gobierno. “Lo que vivimos hace unos meses, que marcó este país política y socialmente, no se debe repetir”, ha manifestado.
Esto, mientras que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en su informe sobre del Paro Nacional de 2021 en Colombia, responsabilizó a la Policía de al menos 28 muertes durante las protestas y pidió una reforma urgente de la forma de responder a las movilizaciones.
“Hay razones fundadas para sostener que se habrían cometido graves violaciones a los derechos humanos, tales como privaciones arbitrarias de la vida y violaciones a la integridad y seguridad personal, derivadas del uso innecesario o desproporcionado de la fuerza”, reveló la ONU en su investigación.
El estallido social que vivió Colombia comenzó con una convocatoria contra la reforma tributaria impulsada por Duque, que finalmente fue retirada. Pero, se agudizó, tras la represión policial durante los primeros días de las manifestaciones.
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