Hermann Bermúdez, miembro de una expedición científica de la Universidad Nacional de Colombia, explica que "son evidencias del choque del meteorito, unas partículas milimétricas que son el resultado de cuando chocó".
Los restos, llamados 'esferulitas', contienen material de la península del Yucatán (México) que se fundió con fragmentos del meteorito. Eso se debe a que el meteoro 'aterrizó' precisamente en México, creando el cráter Chicxulub, de 200 kilómetros de diámetro.
La energía producida por el choque fue equivalente a 10.000 veces el arsenal nuclear del mundo. Esa catástrofe generó un tsunami y un desastre ambiental de gran escala que llevó a la extinción masiva de especies y al fin de la época de los dinosaurios.
Bermúdez considera que ataloga ue "el hallazgo es único", mientras expertos que colaboraron con él y que "conocen todas las localidades del mundo donde hay evidencia del impacto" aseguran que "nunca habían visto una preservación como esta".
Además, los científicos destacan que este fragmento recién descubierto es el primero hallado en Sudamérica, ya que anteriormente los fragmentos de este meteorito solo se habían encontrado en la parte central y norteña del continente. Según los expertos, este descubrimiento podrá ayudar a determinar la naturaleza del meteorito y aclarar qué pasó en este territorio hace unos 66 millones de años.
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