Tras la segunda reunión en dos días de los ministros de Asuntos Exteriores de la UE en la ciudad francesa de Brest, el jefe de la Política Exterior del bloque, Josep Borrell, destacó el viernes la solidaridad de los Veintisiete con Lituania ante su disputa con China, si bien, no anunció medidas concretas.
Poco antes, el diario estatal chino The Global Times, había previsto la misma jornada que, a pesar de las esperanzas de Vilna sobre la generación de una atmósfera de “presión de China” en el bloque, la reunión del viernes solo ofreció un respaldo “de palabras” a Lituania.
“La UE solo brindará un apoyo verbal a Lituania, en lugar de resultados tangibles para apaciguar a este hermano pequeño (Lituania), ya que ser secuestrado por el país báltico solo exacerbará las disputas internas del bloque y dañará sus propios intereses”, adujo el medio chino.
De este modo, citando a analistas chinos, el periódico enfatizó que la UE no permitiría que Lituania afectase las relaciones generales entre China y la Alianza, por eso, está intentando tratar el asunto como un problema “técnico” en lugar de uno “político”.
En esta tesitura, los expertos subrayaron que algunos miembros de la UE incluso están “molestos” porque Lituania es un “pequeño país que intenta jugar con las principales potencias” mundiales, las cuales nunca le ofrecerán ayuda a largo plazo para que se enfrente al gigante asiático, indicaron.
Mientras tanto, Global Times aseveró que la política de Lituania contra China será “contraproducente” en este país báltico, ya que la profundización de las voces de los políticos de oposición puede provocar “inestabilidad” en el Gobierno actual.
Los observadores chinos concluyeron que, de todos modos, Lituania corregirá eventualmente su error sobre la apertura de la “oficina de Taiwán”, luego de darse cuenta de que el apoyo del Occidente, encabezado por EE.UU. o la isla de Taiwán, puede satisfacer “difícilmente” sus necesidades.
¿Cómo arrancaron las tensiones entre China y Lituania?
El pasado 20 de julio, las autoridades de Taiwán anunciaron que habían llegado a un acuerdo con Lituania para abrir una oficina de representación en Vilna (capital lituana), lo que, según Pekín, constituye una seria provocación para China continental.
Luego, Lituania adoptó una ley que permite a los dirigentes separatistas de Taiwán abrir una representación bajo el nombre de “Taiwán” y no de “Taipéi” en la capital de este país europeo.
Ante tal coyuntura, Pekín rebajó en noviembre sus relaciones diplomáticos con Lituania que a su juicio, había ignorado la “postura solemne” de China y “socavó su soberanía y la integridad territorial”.
sar/ncl/mkh
