El Gobierno estadounidense anunció que había decidido agregar a unas 80 empresas chinas, incluido el principal fabricante de chips del gigante asiático, SMIC, en su lista negra comercial por supuestos vínculos con el Ejército chino, según el informe emitido el jueves por la agencia británica de noticias Reuters, citando a dos personas familiarizadas con el tema.
El Ministerio de Comercio del gigante asiático ha respondido tajantemente en un comunicado publicado este sábado y, tras expresar la firme oposición del Gobierno chino a la medida que impactará al mayor fabricante de chips del país, ha acusado a Washington de “abusar de los controles de exportación y otras medidas para reprimir continuamente” a empresas extranjeras.
Pekín, según reza el texto, ha prometido que tomará las medidas necesarias para salvaguardar los derechos de las empresas chinas y también urge a EE.UU. a poner fin al “unilateralismo y la intimidación”.
Esta nueva medida llega cuando el mandato del presidente Donald Trump está por concluir. De hecho, las relaciones entre Washington y Pekín se tensaron durante su Administración y poco faltó para una abierta guerra comercial entre ambas potencias económicas.
La Administración de Trump ha utilizado a menudo esta lista, que ahora incluye a más de 275 empresas y afiliadas con sede en China, para atacar industrias clave de Pekín.
Washington y Pekín mantienen discrepancias en torno al comercio, la competencia tecnológica, la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, y asuntos relacionados con Taiwán y Hong Kong, entre otros.
El Gobierno chino, presidido por Xi Jinping, ha denunciado en reiteradas ocasiones las sanciones estadounidenses y ha prometido tomar contramedidas firmes por la hostilidad de Washington.
Ya advirtieron distintos analistas que existe el riesgo inminente y creciente de una “confrontación no planificada” entre Pekín y Washington, pues sus relaciones son muy tirantes.
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