La portavoz del Ministerio de Exteriores del gigante asiático, Hua Chunying, ha defendido hoy jueves las nuevas medidas del presidente venezolano, Nicolás Maduro, para recuperar la economía nacional.
La diplomática ha instado a no interferir en los asuntos internos de Venezuela, mientras ha expresado la disposición de Pekín a colaborar para resolver la crisis política que atraviesa el país mediante el diálogo entre las partes involucradas.
Los medios regionales han interpretado el anuncio de China como un respaldo al segundo mandato de Maduro ante la negación del sector opositor y ciertos países de la zona que no reconocen la legitimidad del nuevo mandato del líder chavista.
El jefe de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de Venezuela , Diosdado Cabello, informó el miércoles la decisión de la Justicia nacional de abrir una “averiguación formal” para investigar la controversia entre Maduro y los opositores.
Durante los últimos años, pese a las presiones de Estados Unidos, el gigante asiático ha aumentado significativamente sus relaciones, en los ámbitos económico y militar, con varios Estados latinoamericanos, como Venezuela y Panamá, circunstancia que ha suscitado gran preocupación entre las autoridades del país norteamericano.
Venezuela tiene una deuda externa de unos 150 000 millones de dólares, de los cuales 28 000 millones son con China, su mayor acreedor.
Pekín con motivo de ayudar a Caracas a garantizar el suministro de energía y por otra parte reforzar a un aliado opuesto a Estados Unidos en América Latina, inyectó más de 50 000 millones de dólares a Venezuela.
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