Está claro que una mayor participación de EE.UU. en el problema del Mar Meridional de China y sus esfuerzos por enemistar a China y algunas naciones del sureste asiático tienen por objetivo fortalecer su presencia militar en la región de Asia Pacífico de acuerdo con su estrategia de ‘Girar hacia Asia’.
“Está claro que una mayor participación de EE.UU. en el problema del Mar Meridional de China y sus esfuerzos por enemistar a China y algunas naciones del sureste asiático tienen por objetivo fortalecer su presencia militar en la región de Asia Pacífico de acuerdo con su estrategia de ‘Girar hacia Asia’", ha deplorado este lunes Xinhua en un artículo.
Con estas palabras, Xinhua hace alusión a los recientes comentarios del comandante estadounidense de la Flota del Pacífico, Harry Harris, quien alegó que China está "creando una gran muralla de arena" mediante la reclamación de territorio en el mar de China Meridional.
Xinhua precisa que “mientras China cuenta con evidencia histórica y legal abundante para sus reclamos de soberanía en el Mar Meridional de China y está comprometida a resolver las disputas a través de negociaciones, EE.UU., un país externo, está buscando involucrarse en las disputas del Mar Meridional de China a pesar de su promesa de no tomar partido en el asunto”.
Amén de señalar que las intervenciones de Washington en los asuntos de la región no coadyuvarán a la resolución de los problemas, la fuente ha aseverado que los países que están involucrados en la disputa territorial con China conocen bien por un lado la verdadera intención de la Casa Blanca y por otro prefieren llegar a una solución pacífica con Pekín en vez de la confrontación.
El 21 de marzo, China consideró que la revisada estrategia marítima de EE.UU. para la región de Asia y Pacífico es un plan expansionista, con el fin de dominar la región.
La India, Filipinas, Taiwán, Malasia, Japón, Brunéi y Vietnam son algunos países que claman soberanía sobre las islas situadas en esa región, donde existen grandes fuentes minerales y petroleras.
Pekín exige a Washington que no tome parte en dichas disputas territoriales, mientras la Casa Blanca alega que el único objetivo de sus medidas injerencistas es garantizar la seguridad en la zona.
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