El primer ministro de Haití, Ariel Henry, aceptó el martes renunciar al cargo, después de semanas de creciente presión y aumento de la violencia armada en el país.
Tras su dimisión, el pueblo destacó la determinación del país y los haitianos de elegir su futuro para sustituir al primer ministro.
En tanto, el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, afirmó que el ente internacional está en contacto con todos los partidos políticos de Haití para ayudar a guiar el proceso.
El Programa Mundial de Alimentos de la ONU, a su vez, expresó preocupación por el empeoramiento de la situación en el país caribeño.
Con la renuncia del primer ministro de Haití se ha abierto las puertas a una luz de esperanza para una solución al conflicto en la nación caribeña, mientras la ONU anuncia que las bandas rivales controlan actualmente el 80 por ciento de la capital, y se disputan el resto en una espiral de violencia.
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