Calificada por sus organizadores como “la marcha por la dignidad”, la manifestación debía llegar hasta la embajada estadounidense, pero un fuerte cordón policial impidió que se acercara a menos de 300 metros de la sede diplomática.
La oposición haitiana aprovechó la movilización para reclamar la salida del poder del presidente, Jovenel Moïse, por el despilfarro de fondos por parte del Gobierno mientras el pueblo no puede acceder a recursos básicos, como la comida.
“Cuando se ve cómo en Haití tanta gente no puede comer, que el dinero es despilfarrado, uno puede decir que en cierta manera Donald Trump tiene razón”, señaló uno de los manifestantes.
“Trump es estúpido, habló mal, pero nos dio aliento para comenzar a luchar por nuestros derechos, para atacar a los dirigentes que nos colocaron en una situación de tremenda miseria”, declaró Fernando Duclerc, uno de los manifestantes.
De otro lado, aclaró que “el pueblo haitiano tiene una gran historia. No olviden que el fundador de Chicago fue un haitiano, (...) lo que quiere decir que no somos un país de mierda”, indicó Duclerc.
“Aquí no somos mierda, son los dirigentes que son de mierda. Jovenel es un ‘shithole’ (el término utilizado por Donald Trump), los burgueses son shitholes porque alimentan la miseria”, agregó.
Cuando se ve cómo en Haití tanta gente no puede comer, que el dinero es despilfarrado, uno puede decir que en cierta manera Donald Trump tiene razón”, señaló uno de los manifestantes en una marcha en Puerto Príncipe, capital haitiana.
“Es feo y verdaderamente triste”, lamentó Josué Mérilien, sindicalista del sector educativo, quien considera que “tras una declaración racista de esa magnitud, que nos ha vejado e indignado, es justo que pudiéramos manifestarnos” hasta la embajada estadounidense, pero no permitírsenos, “es una prueba más de que este gobierno se debe marcharse”, añadió.
Los policías fueron objeto de ataques con piedras y respondieron con disparos al aire, según comprobó una periodista de la AFP.
El pasado 11 de enero Trump llamó “agujeros de mierda” a Haití, El Salvador y otras naciones africanas, declaraciones que fueron consideradas racistas por diversos gobiernos y organizaciones, entre ellas la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
“No puedes definir a países y continentes enteros como ‘agujeros de mierda’, eso significa que cualquier población que no sea blanca no es bienvenida”, señaló el portavoz de ese organismo de las Naciones Unidas.
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