La primera jornada de esta negociación entre Rousseff y Luiz Inácio Lula da Silva —de cinco horas— se celebró el martes en el Palacio de Alvorada (sede presidencial de Brasil) con el fin de abordar los términos de la eventual incorporación de Lula al Gobierno.
Lula podría asumir la Secretaría de Gobierno, encargada de la articulación entre el Poder Ejecutivo y el Congreso, o la jefatura de Gabinete.
¡El ministro (Jacques) Wagner (jefe de Gabinete de Brasil) muestra grandeza y desprendimiento en el día de su cumpleaños al dejar la Casa Civil! Lula, nuevo ministro de la Cartera", ha declarado el diputado José Guimaraes, líder del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil.
A pesar de que la Presidencia brasileña todavía no ha anunciado el resultado de la referida reunión, el diputado José Guimaraes, líder del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) —también el partido de Lula— ha asegurado a través de su cuenta en la red social Twitter que el exmandatario brasileño será jefe de Gabinete de Brasil.
"¡El ministro (Jacques) Wagner (jefe de Gabinete de Brasil) muestra grandeza y desprendimiento en el día de su cumpleaños al dejar la Casa Civil! Lula, nuevo ministro de la Cartera", ha escrito Guimaraes.
Ministro Wagner no dia de seu aniversário mostra grandeza e desprendimento ao deixar a Casa Civil! Lula nova Ministro da pasta!
— Guimarães (@guimaraes13PT) March 16, 2016
Esto se produce en el mismo momento en el que se llevan a cabo investigaciones contra Lula, acusado de implicación en unos supuestos enriquecimiento ilícito y blanqueo de dinero, en relación con las constructoras acusadas de sobrevalorar contratos con la estatal Petrobras.
La posible entrada en el Gobierno brasileño de Da Silva ha recibido el respaldo del secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, quien ha declarado que la membresía del expresidente en el Gobierno brasileño “corresponde a un acto de legítima defensa política”.
Rousseff ha calificado hace pocos días que la eventual membresía de su antecesor en su Gabinete sería un "gran orgullo". De igual manera, el propio Lula ha manifestado recientemente su deseo de volver a la Presidencia, al referirse a la campaña de descrédito que considera como un motivo para seguir adelante en la vida política, lo que, según su abogado, le impide hacer la Fiscalía brasileña.
Las acusaciones contra Lula provocaron que la Policía Federal lo detuviera el 4 de marzo para declarar, además de registrar su residencia, la sede de su instituto y las casas de familiares y allegados.
Desde entonces, además de la presidenta brasileña, varios mandatarios de la comunidad internacional —entre ellos, los presidentes de Bolivia, Venezuela y Ecuador, Evo Morales, Nicolás Maduro y Rafael Correa, respectivamente— han manifestado su solidaridad con Lula da Silva y han condenado la actuación policial.
tqi/mla/hnb