Según los medios israelíes, el soldado israelí quedó discapacitado físicamente durante su presencia en los frentes de guerra en el enclave costero y se quitó la vida en un pueblo en Al-Yalil (Galilea), situada en norte de la Palestina ocupada adyacente a la frontera libanesa.
A principio de enero, el ejército israelí anunció que unos 28 soldados israelíes se suicidaron desde el principio del estallido de la guerra israelí en Gaza en el pasado octubre de 2023. Este ente israelí calificó de “sin precedentes” el saldo de los soldados suicidados en la última década.
En este contexto, el periódico israelí Yedioth Ahronoth informó que decenas de miles de soldados de reserva del ejército de ocupación israelí solicitan cada vez más tratamiento psicológico después de “completar largos meses de servicio militar”.
El diario explicó que 170 000 soldados se habían registrado en el programa para beneficiarse de servicios de tratamiento psicológico.
Esto ocurre a la luz de los horrores vividos por los soldados israelíes en la guerra con la Resistencia en Gaza, Líbano, Yemen e Irak, que agotó al ejército de ocupación israelí.
En diciembre, el ejército de Israel ha anunciado que el número de los soldados discapacitados de este régimen puede pasar a 100 mil personas, indicando que el 60 % de estos soldados padecen trastornos mentales.
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