Un funcionario de Meta Platforms anunció el viernes que había enviado a Paragon una carta de cese y desistimiento tras el ataque a sus usuarios que incluía a periodistas y miembros de la sociedad civil.
En explicaciones ofrecidas a la agencia de noticias británica Reuters, el funcionario subrayó que WhatsApp había detectado un intento de hackear a aproximadamente 90 usuarios en más de dos docenas de países, incluidas varias personas en Europa.
Al respecto, dijo que los afectados recibieron documentos electrónicos maliciosos que no requerían interacción del usuario, y precisó que el ataque fue de tipo “clic cero”, lo que significa que los dispositivos podían ser infectados sin necesidad de que los usuarios ingresaran a un enlace.
Meta evitó revelar la identidad de las personas atacadas y los detalles sobre su ubicación, incluyendo si residían en Estados Unidos. Sin embargo, afirmó que había logrado desbaratar la operación de pirateo y que estaba remitiendo los casos al grupo canadiense de vigilancia de Internet, Citizen Lab.
En este sentido, John Scott-Railton, investigador del laboratorio de ideas) canadiense Citizen Lab Citizen Lab, declaró que el descubrimiento del ataque de Paragon a usuarios de WhatsApp “es un recordatorio de que el software espía mercenario continúa proliferando y, a medida que lo hace, seguimos viendo patrones familiares de uso problemático”.
Esto mientras Paragon vende software de vigilancia de alta tecnología a clientes gubernamentales y generalmente alegando que sus servicios son fundamentales para combatir el crimen y proteger la seguridad nacional.
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