Así lo ha anunciado la cadena saudí Al Hadath en un informe citando a fuentes familiares, indicando que el régimen tomó la medida el jueves.
Entretanto, la emisora israelí Kan ha reconocido que tras el asesinato del jefe del Buró Político del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), Ismail Haniya, en un atentado terrorista realizado por Israel en Teherán, capital iraní, los sionistas esperan una represalia por parte de Irán.
Según este informe, los servicios de inteligencia del régimen están tratando de obtener información sobre el tipo, el objeto y el momento del ataque con la ayuda de sus aliados.
Resaltando el silencio que domina las calles en los territorios ocupados por Israel y las preocupaciones que se ven en los rostros de todos los residentes, el medio israelí ha descrito la situación como similar a la del periodo de la pandemia del nuevo coronavirus.
Los medios de comunicación israelíes han informado también sobre la perturbación del orden en los aeropuertos, la suspensión de muchos vuelos y de la confusión de los pasajeros.
La ansiedad y la agitación mental entre los israelíes ha aumentado debido a los anuncios de que Israel recibirá una abrumadora respuesta, tanto de Irán por el asesinato de Haniya, acaecido en Teherán el 31 de julio, como del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) por el asesinato de su comandante Fuad Shukr en otro ataque aéreo israelí contra el sur de Beirut, capital del país árabe, el 30 de julio.
Irán, que considera el asesinato de Haniya una agresión a su soberanía ha prometido vengarse, pero no es el único que ha amenazado al régimen con una respuesta, Hezbolá y todo el Eje de Resistencia han jurado vengarse.
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