Este domingo, en una ceremonia en Al-Quds (Jerusalén) en el marco del décimo séptimo aniversario del asesinato del ex primer ministro israelí Isaac Rabin a manos de un extremista de derechas, Lapid ha llamado a decidir ahora sobre el futuro del régimen, pues “estamos cerca de un punto de no retorno”, ha advertido.
Asimismo, se ha referido a la polarización interna de la sociedad israelí, notablemente visible en las elecciones legislativas del pasado martes, en las que triunfó el expremier Benjamín Netanyahu, líder del partido derechista Likud, junto a sus socios ultraderechistas y ultraortodoxos.
Según los resultados de las elecciones legislativas del martes —las quintas desde 2019— el bloque derechista Likud, liderado por Netanyahu, ganó al obtener 61 o 62 de los 120 escaños del parlamento.
En mayo de 2021, el centrista Yair Lapid consiguió derrocar a Netanyahu, que acumulaba ya 12 años como primer ministro de Israel, pese a enfrentar cargos por abuso de poder y corrupción, pues su presencia al frente del régimen israelí le blindaba ante estas acusaciones.
Netanyahu está acusado de una serie de casos de corrupción: recibió obsequios de amigos multimillonarios e intercambió favores con magnates de los medios de comunicación para una cobertura más favorable de su persona y su familia, además de fraude, sobornos, violación de la confianza, entre otros.
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