En una reunión celebrada el lunes, Netanyahu y Gantz pactaron los términos con respecto a cómo el régimen de Tel Aviv buscaría la posible anexión de partes de la ocupada Cisjordania por un gabinete liderado por sus dos partidos.
El acuerdo se produjo en el marco de las negociaciones que ambos llevan a cabo para establecer una coalición, negociaciones que en el último año no dieron frutos.
Las dos partes decidieron que Netanyahu podrá llevar al gabinete una propuesta para la anexión a partir de julio contando con el respaldo del Gobierno estadounidense, presidido por Donald Trump, cuyo llamado acuerdo del siglo desvelado en enero pasado anima a Israel a tomar tal medida.
El premier israelí recalcó que la anexión de partes de Cisjordania era una de sus “cuatro grandes misiones inmediatas”, en la víspera de las legislativas —celebradas el 2 de marzo—, que eran las terceras convocadas en un año en los territorios palestinos ocupados.
Después de que Netanyahu no pudo formar un ejecutivo, el presidente israelí, Reuven Rivlin, ha encargado a Gantz, para formarlo.
Netanyahu ya había prometido anteriormente que, de ser reelegido, se anexaría inmediatamente el Valle del Jordán —territorio palestino ocupado por Israel desde 1967—, que abarca cerca del 30 % de Cisjordania.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Unión Europea (UE) y gran parte de la comunidad internacional han rechazado el plan israelí de anexar más partes de la Cisjordania, y han advertido de que tal plan expansionista atenta contra la paz, la cual es ilegal y viola el derecho internacional.
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