Hussein Abo al-Kheir, un conductor de 57 años, fue ejecutado el domingo por la noche en la región noroccidental de Tabuk, informa la agencia oficial de noticias saudí, SPA.
Las organizaciones pro derechos humanos dicen que la familia de Abo al-Kheir, que era padre de ocho hijos, no había sido notificada antes de la ejecución, que según los activistas es una práctica común de las autoridades saudíes.
Estos grupos enfatizaron que el caso de Abo al-Kheir, detenido en 2014 y condenado a muerte en 2015 por un delito relacionado con drogas en un “juicio injusto”, destaca fallas en el sistema de justicia saudí.
BREAKING: Hussein Abo al-Kheir was executed in Saudi Arabia yesterday.
— Reprieve (@Reprieve) March 13, 2023
Hussein, a Jordanian father of eight, wasn’t given the chance to say goodbye to his family.
Our thoughts are with his family who tirelessly fought for his freedom. Their pain is unfathomable. pic.twitter.com/IbD71tN3e7
Su hermana, Zeinab, indicó a la agencia francesa de noticias AFP que la víctima fue arrestado cuando cruzaba a Arabia Saudí, donde trabajaba como conductor para una familia en la ciudad de Tabuk.
Tanto Zeinab como la ONG Reprieve, con sede en el Reino Unido, afirman que Hussein soportó 12 días de tortura antes de firmar un documento en el que confesaba haber introducido narcóticos en el reino. Denuncian que no tuvo acceso a un abogado.
“Al ejecutar a Hussein Abo al-Kheir sin ni siquiera notificárselo a su familia, las autoridades saudíes han revelado una vez más su insensible desprecio por la vida humana”, criticó, por su parte, la oenegé Amnistía Internacional (AI) en un comunicado este lunes.
#Saudi Arabia's execution of Hussein Abo al-Kheir, Jordanian man and father of eight, exposes their failure to follow through on human rights reforms.#EndDeathPenaltyhttps://t.co/7WmMOERCHl
— amnestypress (@amnestypress) March 13, 2023
Su ejecución contraviene una decisión de octubre de 2022 del Grupo de Trabajo de la ONU sobre la Detención Arbitraria, que determinó que estaba siendo detenido arbitrariamente y pidió que se anule su sentencia de muerte, así como su “liberación inmediata e incondicional”.
La muerte de Abo al-Kheir se produjo exactamente un año después de que las autoridades saudíes ejecutaran a 81 personas en un solo día por delitos falsos relacionados con el terrorismo, un evento que provocó una protesta internacional, ya que fue la mayor aplicación masiva de la pena capital en el país desde 2019.
Según un nuevo informe de la ONG Reprieve y la Organización Europea-Saudí para los Derechos Humanos (ESOHR, por sus siglas en inglés), al menos 1243 personas fueron ejecutadas en Arabia Saudí entre 2010 y 2021, y la cifra se situó en 147 el año pasado.
El informe reveló que los seis años más sangrientos de ejecuciones en la historia moderna de Arabia Saudí (2015, 2016, 2017, 2018, 2019 y 2022) ocurrieron bajo el liderazgo de Muhamad bin Salman, como príncipe heredero del país y gobernante de facto, y su padre como el rey.
Según el reporte, el número de ejecuciones aumentó de un promedio de 70,8 por año entre 2010 y 2014, a 129,5 por año entre 2015 y 2021 (periodo del liderazgo de Bin Salman y su padre), lo que representa un aumento del 82 %.
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