La agencia oficial de noticias saudí SPA informó el viernes que “la Fiscalía desea anunciar que ha concluido su investigación y ha preparado la lista de acusación contra los acusados (...) y remitirá el caso al tribunal correspondiente”.
La breve declaración no identificó directamente a los acusados como mujeres activistas ni dio una fecha para los procedimientos judiciales. Más de una decena de activistas fueron arrestados en mayo pasado, justo antes del levantamiento de una prohibición contra las conductoras.
Algunos de los detenidos han sido víctimas de hostigamiento sexual y tortura durante los interrogatorios, según dicen grupos de derechos humanos y sus familiares.
El Gobierno saudí rechazó el viernes las acusaciones. Sin embargo, la declaración de SPA provocó fuertes críticas de Amnistía Internacional, que denunció que “las autoridades de Arabia Saudí continúan con su firma de represión”.
Estos activistas por los derechos de las mujeres (saudíes) deben ser liberados de la detención por su activismo pacífico y no ser remitidos a juicio”, dijo la directora de Campañas en Oriente Medio de Amnistía Internacional, Samah Hadid.
“Estos activistas por los derechos de las mujeres deben ser liberados de la detención por su activismo pacífico y no ser remitidos a juicio”, dijo la directora de Campañas en Oriente Medio de AI, Samah Hadid, a través de Twitter.
Diferentes organizaciones y oenegés pro derechos humanos, como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y Amnistía Internacional, han denunciado en varias ocasiones la intensificación de la represión, el arresto y la encarcelación de los activistas por el régimen de Riad, que somete a esos detenidos a brutales torturas, incluidos abusos sexuales.
Ante esa situación, diferentes grupos pro derechos humanos han exigido a Arabia Saudí que permita a investigadores independientes supervisar las cárceles saudíes y reunirse con los detenidos, una petición a la que los Al Saud hacen caso omiso.
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