La 56.ª Conferencia de Seguridad de Múnich 2020 (14-16 de febrero), que es el foro de seguridad internacional más importante del mundo y en esta edición tiene como tema “La decadencia del proyecto occidental” y la falta de entendimiento común entre las potencias, ha sido inaugurada la misma jornada del viernes por el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, con duras críticas a los Estados Unidos, China y Rusia, a quienes acusó de poner en peligro el orden internacional con medidas egoístas.
En su discurso de apertura, Steinmeier ha dicho que los gastos militares mundiales tuvieron en 2019 su mayor alza en diez años, en medio de crecientes rivalidades entre las grandes potencias, y la comunidad internacional ahora está presenciando “una dinámica cada vez más destructiva” en el plano planetario.
“Nosotros, Alemania, y nosotros, Occidente, no podemos formar el mundo a nuestra imagen. Así que no debemos sobrecargar nuestra política exterior con la expectativa de que ésta traerá la salvación. (…) Europa, y Alemania en particular, harían bien en abordar un enfoque menos misionero con el mundo. Nuestra agenda política no incluye occidentalizar al mundo”, ha aseverado.
EE.UU. ha perdido la ventajosa posición que ocupó en la segunda mitad de la Guerra Fría, y Rusia y China se le han ido aproximando en los últimos años. Washington ha reconocido que su influencia está en declive en muchas partes del mundo por el avance de estas dos naciones, de ahí que, para poder hacer frente a estas dos potencias, trate de fortalecerse en distintos campos, en el militar especialmente.
Steinmeier ha argumentado que las “posiciones moralmente guiadas” no siempre ayudan a lograr objetivos extranjeros como la prevención de guerras y la creación de un mundo más pacífico y que los países occidentales necesitan una relación diferente y mejor con rivales como Rusia, y que no debería restringirse meramente a afirmaciones condenatorias y sanciones.
Asimismo, el director general del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS, según sus siglas en inglés), John Chipman, por su parte, ha señalado que los gastos militares “aumentaron con la salida de las economías de la crisis financiera (de 2008) y una mayor percepción de amenazas”.
En la reunión participaban unos 800 delegados, entre ellos alrededor de 150 jefes de Estado, primeros ministros y miembros de Gobierno para debatir las crisis actuales y los retos futuros.
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