Un regreso solo podría ser posible si “podemos garantizar que estas personas pueden ser inmediatamente enviadas aquí delante de un tribunal y que serán puestas en detención”, dijo el lunes el ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Heiko Maas, a su llegada a la reunión con sus homólogos de la Unión Europea (UE).
Para cumplir con la petición del inquilino de la Casa Blanca, añadió el canciller, Alemania necesita “informaciones judiciales, y todavía no es el caso”. A su juicio, las condiciones para una repatriación “no es tan sencillo”, sino “extremadamente difícil de efectuar”.
El sábado, Trump reclamó a Alemania, Francia, el Reino Unido y otros aliados europeos que acepten de vuelta a más de 800 combatientes del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) y que les procesen.
De lo contrario, amenazó el mandatario, Washington se verá “forzado a liberarles”, “alternativa” que “no es buena”. Según varios analistas, los países europeos temen que Trump cumpla su amenaza y ponga en peligro la seguridad del continente al liberarlos.
Mientras varios países como Austria y Hungría se han mostrado reacios a la petición estadounidense, el alto funcionario alemán, adelantó que abordará dicha repatriación con sus colegas europeos, en especial el británico y el francés.
Francia, por su parte, a través de su ministra de Justicia, Nicole Belloubet, aseguró el mismo lunes que el país galo no ha cambiado su postura respecto a los combatientes en mención. “Por ahora, París no está respondiendo a las demandas” de Trump, señaló.
El Reino Unido, a su vez, ha destacado que los combatientes extranjeros deben ser juzgados en el país donde cometieron los crímenes y anunció que ha retirado la ciudadanía a un centenar de presuntos terroristas con doble nacionalidad británica.
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