Según el organismo, el 80 % de sus pacientes en los últimos años son niños nacidos con discapacidad mental o defectos, lo que, a su juicio, es el resultado de la guerra y la invasión a Afganistán de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), liderada por EE.UU.
El CICR cree que las sustancias tóxicas y químicas dejadas por las armas no convencionales afectan a los alimentos utilizados por las madres durante el embarazo, y estos perjudican al embrión. Además, la falta de vitaminas en la dieta de las embarazadas, debido a la pobreza causada por la guerra, aumenta la posibilidad de que un niño nazca con discapacidad o defectos.
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