El atentado con coche bomba cometido hoy miércoles en un exclusivo barrio diplomático de Kabul ha sido reivindicado concretamente por la versión afgana del grupo terrorista EIIL, ha comunicado la televisión local 1TV.
El último balance anunciado por el Ministerio de Salud de Afganistán confirma la pérdida de más de 90 personas, al tiempo que otras 400 han resultado heridas, y advierte de un previsible aumento de estas cifras recordando que la plaza de Zanbaq, donde ha tenido lugar el incidente, es una de las más transitadas en la hora punta de la mañana.
La zona alberga varias embajadas, como las de Japón, La India, China, Francia, Irán y Alemania, y también los Ministerios afganos del Interior y Defensa, y está cerca de la Zona Verde en la que se hallan el Palacio Presidencial y otras embajadas extranjeras, como la de EE.UU. y el Reino Unido.
En Alemania, el ministro de Asuntos Exteriores Sigmar Gabriel ha condenado el atentado “en los términos más enérgicos” y ha informado de que el atentado ha provocado heridas a varios trabajadores de la legación diplomática germana y acabado con la vida de un guardia local.
La Cancillería de Paquistán, a su vez, ha señalado que algunos diplomáticos paquistaníes y trabajadores han sufrido heridas menores en el atentado, que también ha provocado daños en sus residencias.
Seguidamente, Islamabad ha destacado que “siendo Paquistán víctima del terrorismo, entiende el dolor y la agonía que tales incidentes infligen a las personas y a la sociedad”, por lo que acompaña firmemente al Gobierno y al pueblo afganos en esta agresión firmada por Daesh.
Mientras tanto, el presidente de Afganistán, Ashraf Qani, ha condenado enérgicamente el ataque, que ha calificado de “crimen atroz” y “crimen contra la Humanidad”.
Por medio de un mensaje enviado a través de la cuenta de la Presidencia afgana en Twitter, Qani ha lamentado un nuevo ataque de los terroristas a la población, “una vez más en el mes sagrado del Ramadán”, “derramando la sangre de compatriotas inocentes”.
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