• El intérprete afgano Mohamad Rafi Hottak
Publicada: jueves, 7 de mayo de 2015 18:13
Actualizada: sábado, 9 de mayo de 2015 5:42

Un antiguo intérprete afgano que trabajaba para el Ejército británico en Afganistán ha llevado al Gobierno del Reino Unido a juicio por no proteger la vida de los antiguos intérpretes extranjeros de las amenazas de Talibán.

Temo por mi vida aquí en el Reino Unido y me siento aterrorizado por mi familia en Afganistán. Este vídeo muestra la extrema violencia y brutalidad a la que los intérpretes se enfrentan debido a su trabajo para las fuerzas extranjeras", dice un antiguo intérprete afgano.

Mohamad Rafi Hottak quien ahora vive en el Reino Unido, entregó el miércoles a los jueces del Tribunal Superior británico un vídeo en el que muestra cómo los talibanes decapitaron a seis hombres que fueron personales locales y contratados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Afganistán.

Hottak expresó su extrema preocupación por lo que ocurre con él y con sus otros excolegas y manifestó que el Gobierno británico no hace nada para proteger la vida de ellos.

"Temo por mi vida aquí en el Reino Unido y me siento aterrorizado por mi familia en Afganistán. Este vídeo muestra la extrema violencia y brutalidad a la que los intérpretes se enfrentan debido a su trabajo para las fuerzas extranjeras", dijo.

Empero, los representantes de los Ministerios de Defensa y de Exteriores del Reino Unido rechazaron las acusaciones de Hottak y alegaron que el Gobierno de Londres ha tomado medidas necesarias para protegerles.

El intérprete afgano explicó que los talibanes consideran a los empleados locales de la OTAN como traidores y espías y constantemente les amenazan de muerte. Después contó cómo sufrió graves heridas en 2007 cuando el vehículo en el que viajaba fue alcanzado por la explosión de un artefacto instalado en la carretera.

Hottak, en los últimos años fue atacado en otras dos ocasiones y recibió diversas amenazas de muerte, lo que le obligó a abandonar Afganistán y trasladarse al Reino Unido en 2013.

A finales de 2014, la OTAN, encabezada por EE.UU., finalizó su misión de combate en Afganistán, país que invadió en 2001, bajo el pretexto de lucha contra terrorismo, una tentativa falsa que no ha reducido las amenazas de los terroristas, sobre todo los talibanes.

A pesar de la retirada de las tropas foráneas de Afganistán, al menos 13.500 efectivos militares, la mayoría estadounidenses, permanecen en el territorio afgano en el marco del polémico Acuerdo de Seguridad Bilateral (BSA, por sus siglas en inglés), sellado entre Washington y Kabul, el pasado 30 de septiembre.

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