Richard Grenell, exdirector interino de Inteligencia Nacional de Estados Unidos y embajador en Alemania, y Jorge Rodríguez, el ministro de Comunicación e Información de Venezuela, se reunieron en septiembre en la Ciudad de México (capital mexicana), según recogió el miércoles la agencia estadounidense de noticias Bloomberg.
Conforme a tres fuentes conocedoras del caso, durante la reunión, el enviado de Trump trató de discutir la salida del poder del presidente venezolano, Nicolás Maduro, no obstante, agregaron, Rodríguez no estaba abierto a esta posibilidad.
“En cualquier caso, las conversaciones no tuvieron éxito”, enfatizaron los consultados por el medio estadounidense.
Sin embargo, las fuentes dieron versiones contradictorias acerca de si Grenell contaba con la autorización del Gobierno norteamericano para llevar a cabo las conversaciones. Dos de ellas indicaron que efectivamente contaba con el beneplácito de Robert O’Brien, el asesor de Seguridad Nacional de Trump, aunque la otra dijo que ni el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, ni el enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams, estuvieron al tanto de los hechos.
La Administración de Donald Trump ha tratado de concretar una serie de cambios en materia de política exterior antes de las elecciones del 3 de noviembre, como los acuerdos de normalización entre algunas monarquías árabes y el régimen de Israel, la retirada de tropas norteamericanas de varios países y la liberación de rehenes que se cree que se encuentran en Siria.
Durante años, EE.UU. ha llevado a cabo una estrategia de “presión máxima”, enfocada en sanciones, para derrocar a Maduro, que ha manejado bien el país, incluso en medio de la pandemia del nuevo coronavirus, y sigue trabajando cada día con más fuerza para superar las medidas punitivas en contra del pueblo venezolano.
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