Capriles, gobernador del estado de Miranda, ha precisado este lunes que las próximas manifestaciones contra el Gobierno, presidido por Nicolás Maduro, no serán anunciadas sino que se concretarán de "sorpresa".
“Yo creo que las próximas movilizaciones no serán anunciadas (…) esta será la última convocatoria, por mi parte, convencional, vamos a la movilización sorpresa”, ha expresado Capriles.
Yo creo que las próximas movilizaciones no serán anunciadas (…) esta será la última convocatoria, por mi parte, convencional, vamos a la movilización sorpresa”, ha expresado el líder opositor venezolano Henrique Capriles.
El opositor venezolano ha explicado que llegó a esta determinación tras comprobar el gran despliegue policial en la marcha de este lunes, desde el este de Caracas (capital) hacia la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE), y en todas las ciudades donde la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) llamó a manifestarse para exigir la celebración de elecciones.
“El despliegue de funcionarios policiales que hay en todas las capitales (…) para evitar que la gente que se movilice y pida elecciones, demuestra el terror que tiene Maduro y su cúpula a que en este país haya elecciones” ha insistido.
El también dos veces candidato presidencial ha asegurado que “democracia no es solo votar, pero sin elecciones no hay democracia”. En referencia al llamado al diálogo, Capriles ha dicho que “aquí la negociación tiene que ser el respecto a la Constitución (…) Si en el país no hay democracia, estos llamados al diálogo son una estafa”.
Según el líder de la MUD, el hecho que el CNE no haya convocado a ningún proceso electoral hasta la fecha representa un intento por “retrasar los comicios” y “suspender” el derecho al voto.
La movilización opositora se ha desarrollado en simultáneo a otra del chavismo en el oeste de Caracas en respaldo al Gobierno de Maduro y a la vez para conmemorar la muerte de Fabricio Ojeda, mártir de la democracia venezolana, y cuyos restos serán llevados al Panteón Nacional.
La coyuntura política reinante en Venezuela se debe en parte a la insistencia de la oposición en convocar un referendo revocatorio contra el presidente Maduro. Por el contrario, el oficialismo defiende que el Poder Electoral no convocará elecciones generales y acusa a la oposición de promover un golpe de Estado.
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