“Tenemos un acuerdo de principio sobre el suministro del segundo lote del S-400”, dijo el lunes el jefe del Departamento de la Industria de Defensa de Turquía, Ismail Demir.
En declaraciones al canal turco NTV, Demir, del mismo modo, indicó que para la entrega de tecnología se requieren estudios técnicos, detalles de producción conjunta y una hoja de ruta.
Asimismo, aseguró que Turquía está realizando los preparativos para poner en función el primer sistema adquirido. “Si un sistema se compra, se toma para usarlo, punto”, agregó.
Así, Demir respondió a las dudas generadas sobre la aplazada puesta en servicio del S-400. De hecho, varias voces han dicho que ese sistema no puede activarse y ponerse en servicio de combate en Turquía.
Demir, no obstante, dijo que el primer sistema ya está comisionado, pero “todo el mundo ha pasado por cierto proceso” antes de iniciar el uso, y en el caso turco la restricción de viajes y contactos por la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, han alargado este proceso.
Moscú y Ankara finalizaron, en diciembre de 2017, un acuerdo sobre la entrega del S-400. Más tarde los presidentes de los dos lados, Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdogan, respectivamente, apostaron por acelerar el proceso. Rusia entregó en julio de 2019 el primer lote del sistema de defensa S-400 a Turquía.
Estados Unidos, aliado de Turquía en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), ha criticado la compra por Ankara de los S-400 rusos, argumentando que estos sistemas suponen una amenaza para la Alianza Atlántica.
Como medidas restrictivas, EE.UU. amenaza con sanciones a Turquía por adquirir las baterías S-400 y ya ha eliminado a los turcos del programa de suministro de cazas de quinta generación F-35.
Ankara, no obstante, se mantiene firme en defensa de su comercio bilateral con Moscú y ya ha asegurado que responderá a los posibles embargos de Washington.
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