El portavoz del Departamento de Defensa estadounidense (el Pentágono), Pat Ryder, anunció la tarde del jueves que el número de las fuerzas del país norteamericano en Siria ha llegado a 2000, reconociendo que las fuerzas adicionales han estado allí durante meses o incluso más de un año.
Esto es el doble de la cifra que se reveló anteriormente, pues, las autoridades estadounidenses habían declarado que 900 soldados están presentes en Siria, y seguían repitiendo esta cifra cuando se les preguntaba al respecto, tras la caída del gobierno de Bashar al-Asad.
“Les hemos estado informando regularmente de que hay aproximadamente 900 fuerzas estadounidenses desplegadas en Siria. En vista de la situación en Siria y del gran interés que ha despertado, recientemente nos enteramos de que esas cifras son mayores. Por lo tanto, cuando me pidieron que lo investigara, me enteré hoy de que, de hecho, hay aproximadamente 2000 fuerzas estadounidenses en Siria”, argumentó.
Ryder indicó que el aumento del número de tropas en Siria tiene como objetivo cumplir con las “necesidades del cambio de la misión” de la coalición estadounidense.
Las bases militares estadounidenses en Siria se concentran en las regiones del noreste y sureste del país. Según los informes, los campos de petróleo y gas del noreste de Siria están bajo control del Ejército del país norteamericano.
El Pentágono había anunciado previamente que, a pesar de los acontecimientos en Siria y la caída del gobierno en este país, el Ejército estadounidense no tiene intención de abandonar Siria.
Desde los primeros días de la guerra en Siria en 2011, el país norteamericano ofrecía apoyos logísticos a los llamados grupos rebeldes sirios y los instigó a continuar con sus acciones para derribar el gobierno legítimo de Al-Asad. Hasta ahora, el apoyo era indirecto.
Sin embargo, la irrupción de Daesh en Irak y su expansión en Siria, le dio a EE.UU. una oportunidad de oro para que su intervención en el país levantino tomara un aspecto militar directo, lo cual resultó, en agosto de 2014, en la creación de una llamada coalición de sus aliados para combatir el flagelo de Daesh en estos dos países.
Se suponía que la coalición anti-Daesh iba a luchar contra ese grupo terrorista, pero varios informes se le atribuyeron la destrucción de la infraestructura civil de Siria, es decir puentes, hospitales y escuelas, y el asesinato de cientos de militares y civiles sirios, particularmente en las provincias de Al-Raqa y Deir Ezzor.
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