Esta tregua, que vino con un acuerdo entre los presidentes, Vladimir Putin, de Rusia, y Recep Tayyip Erdogan, de Turquía, fue objeto de violaciones diarias por el llamado Frente de Liberación Nacional, aliado al Frente Al-Nusra, estas violaciones indican claramente que la tregua ha perdido su significado, especialmente después del reciente ataque lanzado por estos grupos hacia los puntos del ejército en los ejes de Jarnajaz, al-Tah y Abu Dafna, entre otros ejes.
En el otro eje de la batalla de Idlib, que no está incluido en la tregua declarada, el Ejército sirio no tarda en responder de forma inmediata a las violaciones de los terroristas en el campo oeste de Alepo, que se considera el punto de partida para las agresiones contra los barrios residenciales en la ciudad de Alepo.
Los 3 corredores humanitarios, creados para facilitar la salida de los civiles de las zonas bajo el control de los terroristas en Idlib, permanecen vacíos por noveno día consecutivo, debido a los incesantes esfuerzos de los terroristas para impedir su salida a fin de usarlos como escudos humanos.
Los observadores estiman que ante los intentos de Turquía de deshacerse de sus responsabilidades como garante de los grupos armados, el Gobierno sirio optará por la vía militar, a menos que la parte rusa logre provocar un cambio en la postura de Ankara.
Bashar Barazi, Damasco
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