Los llamados “rebeldes” activos en el sur de Siria han confirmado hoy viernes el comienzo de la entrega de sus armas pesadas, conforme a un acuerdo de alto el fuego con el organismo ruso para restaurar la soberanía del Estado en las áreas que poseen los extremistas en Daraa.
El portavoz del autodenominado Ejército Libre de Siria (ELS), Ibrahim Jabawi, ha sostenido que el acuerdo contempla la retirada de los rebeldes, en beneficio del Gobierno sirio, de varias ciudades del sur y su evacuación hacia el norte del país.
Estos son los primeros puntos acordados por las dos partes en el marco de las negociaciones que se han reanudado hoy, tras suspenderse el pasado miércoles, con el fin de alcanzar un pacto global sobre la situación de Daraa, una de las pocas regiones de Siria en las que aún hay grupos armados presentes.
Una vez entregadas las armas, las fuerzas militares rusas se desplegarán en los pueblos y ciudades controlados por rebeldes para garantizar la seguridad de los civiles.
Tras haberse asegurado el control de Damasco (la capital) y sus alrededores durante los últimos meses, por primera vez desde 2012, el Ejército sirio tiene ahora en su punto de mira las provincias meridionales de Daraa y Al-Quneitra.
El Gobierno se ha hecho con el control de decenas de localidades de Daraa gracias a una serie de ataques antiterroristas iniciados hace unas semanas. Damasco controla ahora dos tercios de la provincia, mientras que antes sólo era el 30 por ciento.
A medida que las tropas sirias siguen ganando terreno a gran velocidad por el sur del país árabe, centenares de grupos armados se han unido al Ejército y depuesto sus armas.
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