En una entrevista concedida el lunes al periódico brasileño O Globo, Hafez al-Asad (que lleva el nombre de su abuelo) recalcó que “jamás” saldría de Siria, al tiempo que recordó que el país árabe necesita tiempo para arreglar la profunda crisis que atraviesa.
“Soy un ciudadano sirio como cualquier otro. Vivo y veo el horror que está pasando en nuestro país. La esperanza nunca se perdió en Siria. No es una guerra civil, es gente que expolia nuestra casa. Es una guerra contra el pueblo”, expresó el hijo del mandatario sirio.
Al tildar los conflictos en Siria de “una guerra contra el pueblo”, Hafez subrayó que “la nación y el Gobierno están unidos contra los invasores que tratan de hacerse con el país”.
Al ser preguntado sobre la actual coyuntura en Siria transcurridos seis años de conflicto, Hafez expresó la esperanza de que “ya no dure más”. “El conflicto ha durado seis años y espero que esté llegando a su fin (…) se trata de algo muy complicado, que lleva tiempo para ser resuelto”, enfatizó.
Soy un ciudadano sirio como cualquier otro. Vivo y veo el horror que está pasando en nuestro país. La esperanza nunca se perdió en Siria. No es una guerra civil, es gente que expolia nuestra casa. Es una guerra contra el pueblo”, expresó el hijo mayor del mandatario sirio, Hafez al-Asad.
Hafez, de 15 años de edad, se encuentra desde el pasado jueves en la ciudad brasileña de Río de Janeiro para participar en la 58ª Olimpiada Internacional de Matemáticas (OIM 2017), que se desarrolla del 12 al 23 de julio en dicha urbe. A este respecto, se manifestó “orgulloso” de representar a su país en esta competición científica de carácter anual.
El presidente sirio tiene dos hijos varones, Hafez y Karim (de 13 años de edad), así como una hija, Zein (de 14 años). En octubre de 2016, la esposa de Al-Asad, Asma, realizó declaraciones semejantes al asegurar que había rechazado todas las “ofertas” de huir de su país.
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