El canciller ruso, en una entrevista con RIA Novosti, al responder a la pregunta sobre si es posible repetir en la situación actual la estrategia del “doble enfoque de la OTAN”, subrayó que no considera oportuno especular sobre lo que puede o no puede pasar en las mentes de quienes toman decisiones en la Alianza del Atlántico Norte.
“Por nuestra parte, estamos preparados para cualquier escenario de desarrollo de los acontecimientos. En caso de que se creen nuevas amenazas de misiles, los adversarios recibirán una respuesta decisiva en forma de contramedidas técnico-militares. Al mismo tiempo, se tomarán en cuenta pasos hipotéticos destinados a crear condiciones aceptables para un diálogo en igualdad de condiciones”, afirmó Lavrov.
El jefe de la Diplomacia rusa añadió que a Rusia solo le interesa un enfoque integral orientado a reducir el potencial de conflicto, con un énfasis en abordar las causas fundamentales de las contradicciones en materia de seguridad.
“En primer lugar, identificamos como una de esas causas la prolongada expansión de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) hacia el este. Esto, en gran medida, provocó la crisis ucraniana y sigue representando una amenaza para la seguridad de Rusia. Los temas de control de armamentos podrían ser debatidos hipotéticamente, pero solo como parte de una agenda más amplia”, señaló Lavrov.
En la entrevista, Lavrov indicó que Rusia se verá obligada a abandonar su moratoria unilateral sobre el despliegue de misiles terrestres de alcance intermedio y corto, ya que esta se ha vuelto casi insostenible a pesar de permanecer oficialmente en vigor.
El canciller ruso destacó la reciente prueba del último sistema hipersónico de alcance medio de Rusia, Oréshnik, bajo condiciones de combate. “Esto demostró de manera convincente nuestras capacidades y nuestra determinación de implementar medidas compensatorias”, remarcó.
¿Qué es el “doble enfoque de la OTAN”?
El “doble enfoque de la OTAN”, adoptado por los líderes de Estados Unidos, el Reino Unido, Francia y Alemania el 12 de diciembre de 1979, consistió en el despliegue de misiles estadounidenses de alcance intermedio en Europa, mientras se continuaban las negociaciones con la entonces Unión Soviética para la eliminación de este tipo de armamento. Los misiles “Pershing” se desplegaron en Alemania Occidental entre 1983 y 1985, lo que estuvo acompañado de protestas de una magnitud sin precedentes. La manifestación más grande tuvo lugar el 22 de octubre de 1983, cuando, según algunas estimaciones, aproximadamente 1,2 millones de personas salieron a las calles de las ciudades alemanas.
El agravamiento de las relaciones entre la OTAN y el bloque socialista en 1983, debido al despliegue de misiles estadounidenses de alcance intermedio en Europa, pasó a la historia como la “crisis de los euromisiles”. Los “Pershing” fueron destruidos de acuerdo con el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por sus siglas en inglés), firmado en 1987 entre la entonces URSS y los Estados Unidos.
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