En declaraciones formuladas el martes a la agencia británica de noticias Reuters, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, vinculó la crisis energética en Europa a la presión de Estados Unidos para que los gobernantes europeos, como el de Alemania, dieran el paso “suicida” de cortar las exportaciones de gas y petróleo rusos.
Esto, prosiguió la funcionaria rusa, a pesar de que Moscú había sido un proveedor de energía fiable desde la época soviética. “Es un suicidio absoluto, pero parece que tendrán que pasar por esto”, indicó al margen del Foro Económico Oriental en Vladivostok.
“Prevaleció el dominio de Washington”, lamentó la vocera rusa, alertando que en la Unión Europea (UE) dominan fuerzas políticas que están desempeñando el papel de ‘provocadores de ovejas’.
La diplomática rusa reafirmó la postura del Kremlin en la que acusa al Occidente de desencadenar una crisis energética al imponer las sanciones más severas en la historia moderna a Rusia, a raíz de la operación militar rusa en Ucrania, en curso desde el 24 de febrero.
En cuanto a los problemas de Europa para suministrarse gas, el ministro ruso de Energía, Nikolai Shulginov, aseguró el martes que los países europeos no podrán independizarse del gas ruso ni siquiera en 2027.
En efecto, los precios de referencia europeos del gas natural se dispararon un 28 % el lunes hasta alcanzar los 274 euros (272 dólares) por megavatio hora, en el primer día después de que Rusia anunciara la suspensión del suministro de gas a Europa a través del gasoducto Nord Stream 1 hasta nuevo aviso, debido a una serie de problemas técnicos detectados.
A su vez, Europa está agudizando la crisis, con la decisión de los países del Grupo de los Siete (G7) de poner un precio límite a las exportaciones de petróleo ruso en momentos de alta tensión con Rusia.
Ante ello, Moscú planea enviar su petróleo por rutas alternativas únicamente a los países que operen en condiciones de mercado.
tqi/ncl/rba