El portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Igor Konashenkov, ha anunciado este jueves que el Ejército ruso destruyó “un pelotón de artillería de obuses M777 de fabricación estadounidense, en posiciones de tiro en el asentamiento de Pervomaisky en la región de Járkov”, en el este del territorio ucraniano.
También fueron destruidos una batería de sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple cerca de Slavyansk y un pelotón de lanzacohetes múltiples en el área de Nikolayevka, ambos ubicados en la República Popular de Donetsk.
Además, las Fuerzas Aeroespaciales del país euroasiático atacaron un sitio donde se encontraba un batallón del Ejército ucraniano, que tenía en sus filas a “nacionalistas y mercenarios extranjeros” y, como resultado, mataron a 43 de ellos e hirieron a otros 170, ha indicado el vocero.
En otro ataque con misiles de precisión contra el sitio de despliegue temporal de un batallón del Ejército ucraniano en la región de Zaporozhye, las fuerzas rusas eliminaron a 30 elementos nacionalistas ucranianos y causaron heridas a otros 37.
De acuerdo con el alto militar ruso, el Ejército de Rusia ha inutilizado 249 aviones, 137 helicópteros, 1534 aviones no tripulados, 354 sistemas de misiles tierra-aire, 4050 tanques y otros vehículos blindados de combate, 744 lanzacohetes múltiples, 3145 cañones de artillería de campaña y morteros y 4292 vehículos especiales militares de motor, desde el inicio de su operación en el país eslavo.
Moscú ha asegurado una y otra vez que su operación está siguiendo según lo planeado, con el fin de “desmilitarizar” y “desnazificar” el país europeo, así como evitar que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), encabezada por EE.UU., lo convierta en una base antirrusa.
De hecho, denuncia que el bloque militar está luchando contra Rusia con las manos de Ucrania, por lo que advierte sobre suministro de armas a Kiev que, a juicio de Moscú, son “no solo un movimiento peligroso, sino acciones que convierten a los convoyes pertinentes en objetivos legítimos”.
mdh/ncl/mkh
