Durante su rueda de prensa diaria celebrada este lunes, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha alertado contra la idea de militarización de Europa y el aceleramiento de entrega de armamentos a Ucrania porque esta política “no contribuye a la seguridad y estabilidad del continente europeo”.
El vocero ha respondido así a una pregunta sobre unas declaraciones del alto responsable de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrel, quien enfatizó el 18 de mayo que si Europa quiere sacar fuerza a su unión, hay que hacer que los ejércitos nacionales se desarrollaran “de una forma coordinada”.
En este sentido, Peskov ha asegurado que el máximo responsable de la Diplomacia de la UE no es un apologista de los métodos diplomáticos para resolver problemas, a pesar del cargo que ocupa y muestra en forma continua, e incluso públicamente, una inclinación por los métodos de fuerza, recordando las palabras de Borrel, quien señaló el pasado abril que el conflicto en Ucrania se resolverá en el campo de batalla.
Desde la Comisión Europea reconocen que la “masiva” entrega de armas a Ucrania ha diezmado las existencias en Europa, lo que pone aún más en evidencia que “no está preparada” para defenderse en una “guerra convencional”.
El primer objetivo de UE, según la Comisión, debe ser el de reforzar las reservas armamentísticas, como sistemas de defensa aérea y antimisiles, y reemplazar el armamento soviético que tienen los países del este de Europa.
Moscú ha advertido en reiteradas ocasiones que Occidente está poniendo en riesgo su propia seguridad al entregar ingentes suministros de armas a Ucrania, destacando que ese suministro de armas supone echar leña al fuego al conflicto y tendrá repercusiones trágicas.
El Ejército ruso afirmó el sábado haber destruido con misiles una gran cantidad de armas y equipos suministrados a Kiev por ciertos países europeos y EE.UU., que iba dirigida al contingente de tropas ucranianas destacadas en Donbás (este de Ucrania).
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