El Gobierno de Estados Unidos impuso el sábado nuevas sanciones a los sectores financiero y bancario rusos y también expulsó a 10 diplomáticos del país euroasiático de suelo norteamericano.
Ante esta tesitura, Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, ha enfatizado este lunes que Estados Unidos ha sido el que ha blandido la espada de las sanciones y ha procedido en este sentido, algo a lo que Rusia no se ha inclinado, no obstante, el diplomático ruso ha dejado claro que el principio de la reciprocidad es una absoluta constante para su país.
“No somos el lado que inició este intercambio de sanciones [entre nosotros]. Sabes que esta es la táctica favorita de Estados Unidos. No estamos de acuerdo con ella, no la aceptamos”, ha reiterado el portavoz del Kremlin.
Asimismo, ha manifestado que Moscú tomará represalias en el momento en que Washington decrete más iniciativas coercitivas contra Rusia.
Las relaciones Washington-Moscú han ido de mal en peor, aunque se preveían cambios con la entrada del demócrata Joe Biden en la Casa Blanca, quien en los primeros días de su mandato llegó a declarar que se alejaría de la política exterior promovida por su predecesor, el republicano Donald Trump.
Sin embargo, al parecer, Biden va a seguir la táctica de embargos, pues las últimas sanciones que ha cursado han tenido como excusas la presunta injerencia rusa en las elecciones presidenciales de EE.UU. de 2020, su papel en el ciberataque a la empresa de tecnología SolarWinds y el envenenamiento del opositor Alexéi Navalni.
Desde Moscú, reiteran que esas alegaciones carecen de “fundamentos”, además acusan a EE.UU. de aprovecharse de cualquier suceso para generar y propagar la rusofobia en el mundo y, de este modo, tratar de influir en la opinión pública.
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