“Es una propaganda desde el principio hasta el final. Yo diría que es una dura propaganda”, indicó el jefe de la administración del Kremlin, Serguei Ivanov, en una entrevista televisiva difundida el sábado.
El funcionario ruso de alto rango prosiguió que esta “propaganda” busca ganar intereses tanto políticos como económicos.
Es una propaganda desde el principio hasta el final. Yo diría que es una dura propaganda”, indicó el jefe de la administración del Kremlin, Serguei Ivanov.
A su juicio, los autores que propagan la idea de que Rusia supone una “amenaza” para los países bálticos deberían haber visto los avances de las fuerzas de la antigua Unión Soviética en la localidad de Suwałki (noreste de Polonia) en mapas de la segunda Guerra Mundial y deberían haber pensado como si nada hubiera cambiado.
Ivanov adelantó que con semejante mentalidad, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) advierte gritando de un ataque eventual de Rusia como si Moscú quisiera colonizar a los países bálticos. No obstante, adujo, el bloque militar utiliza esa teoría para desplegar aún más tropas en esta zona.
Al respecto, el jefe de la administración del Kremlin recordó que desplegar un batallón de rotación anunciada por la OTAN viola el enfoque básico en las relaciones con Rusia.
“Bueno, cual es la diferencia cuando uno tiene una unidad (de guerra) permanente o la cambia cada seis meses (…) Por ejemplo, las tropas portugueses llegan un día después de que las tropas españoles salen. Eso no afecta la preparación para la guerra. Cambiar el orden no cambia la suma. Esta regla la sabemos de las lección escolares”, concluyó Ivanov.
La misma jornada del sábado, el subsecretario del Consejo Nacional de Seguridad rusa, Evgueni Lukianov, aseguró que la OTAN enfrentará una “respuesta simétrica” de Rusia si esta refuerza su flanco este.
Además, el excanciller alemán Gerhard Schroeder (1998-2005) comentó que las políticas de la alianza Atlántica podrían conducir a una nueva carrera armamentista con Rusia, algo que no solo "no ayudará a mitigar los conflictos con Rusia" sino que tampoco va a contribuir a "restablecer las buenas relaciones".
La OTAN, que experimenta una muy tensa relación con Rusia jamás vista desde la Guerra Fría, últimamente ha venido aumentando su presencia en los países bálticos y Polonia. En esta misma línea la Alianza prevé enviar unidades a Rumanía, donde también instaló recientemente sistemas de defensa antimisiles.
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