El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Esmail Baqai, ha denunciado este sábado que acusar a Irán de comportamiento desestabilizador en la región constituye una clara distorsión de la realidad y una proyección despiadada por parte de los autores de dicha declaración, emitida tras un encuentro en Canadá.
Refiriéndose a las conductas ilegales, irresponsables e intervencionistas de los Estados miembros del G7 en Asia Occidental, especialmente su apoyo armamentístico, financiero o político al régimen genocida israelí, el vocero ha recalcado que los Estados miembros del G7 deben rendir cuentas por sus acciones inapropiadas en contra de la paz y la estabilidad en la región, así como por su complicidad y asistencia en graves violaciones de los derechos humanos y humanitarios en la Palestina ocupada.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores del país persa ha dejado en claro que las actividades nucleares de Irán están diseñadas e implementadas de acuerdo con las necesidades técnicas e industriales del país, y en el marco de los derechos y obligaciones internacionales de la República Islámica bajo el Tratado de No Proliferación (TNP) y el Acuerdo de Salvaguardias, y en este contexto, ha enfatizado que las preocupaciones del G7 a este respecto son infundadas y se deben únicamente al enfoque político de ciertos países del bloque.
Baqai ha destacado los esfuerzos de Irán para crear una región libre de armas nucleares, y ha subrayado que el único obstáculo para alcanzar este objetivo es el régimen de ocupación sionista, que, con el pleno apoyo de los países del G7, mientras continúa con sus crímenes y graves violaciones de los derechos humanos y humanitarios en Gaza y Cisjordania y sus agresiones contra países de la región, sigue desarrollando armas de destrucción masiva y se considera la amenaza más grave a la paz y la seguridad internacionales.
El diplomático ha resaltado también el derecho inherente de Irán a defender a su pueblo, su integridad territorial y su soberanía nacional contra cualquier amenaza o agresión, y ha dejado en claro que el desarrollo de las capacidades defensivas del país es una necesidad para este propósito, señalando que las capacidades de defensa de la República Islámica, además de garantizar la seguridad nacional del país, están en línea con la preservación de la paz y la seguridad en la región de Asia Occidental.
Baqai ha rechazado las reiteradas e irresponsables acusaciones del G7 contra Irán en relación con la crisis ucraniana y ha matizado que Teherán se opone a la guerra y defiende la necesidad de poner fin al conflicto mediante el diálogo y las negociaciones diplomáticas entre las partes implicadas. En este contexto, ha remarcado que la República Islámica no tiene injerencia en el conflicto ucraniano, y ha recomendado que en lugar de insistir en buscar culpables, los acusadores deberían corregir su arrogancia y sus políticas erróneas.
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