Publicada: jueves, 9 de mayo de 2024 5:20

Resulta indispensable resaltar algunas ideas que resurgen desde el 7 de octubre de 2023 con la operación Tormenta de Al-Aqsa y el posterior genocidio israelí en Gaza.

En estos días, donde la lucha del pueblo palestino marca a fuego conceptos como el de dignidad, resistencia, valentía, martirio, resulta indispensable resaltar algunas ideas que resurgen desde el 7 de octubre del año 2023 con la operación Tormenta de Al-Aqsa y el posterior proceso de intensificación del genocidio perpetrado por el régimen nacionalsionista israelí, fundamentalmente contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza. Una lucha que nos deja múltiples enseñanzas y donde el concepto memoria debe estar presente inmutablemente. Prohibido olvidar es la consigna que acompañe cada escrito sobre la lucha del pueblo palestino.

Tormenta de Al-Aqsa es un hito histórico, es la respuesta necesaria, esperable, justa, con relación a décadas de ocupación, colonización, expolio, usurpación y exterminio del pueblo palestino y su tierra. Tormenta de Al-Aqsa es la expresión evidente que los anhelos, sueños y derechos de palestina y su gente están más vivos que nunca, no han podido ser derrotados a pesar de todas las acciones que el sionismo ha ejecutado durante 76 años cuando el ente nacionalsionista nace a la vida internacional. Acciones violatorias de todos los derechos humanos, del derecho internacional, crímenes de guerra y lesa humanidad que han quedado impunes gracias a la protección cómplice de países occidentales que tienen al régimen infanticida israelí como su testaferro no sólo en Asia occidental, sino también en el Magreb y América Latina.

Los hechos del 7 de octubre llevados a cabo por la resistencia palestina desde la bloqueada Franja de Gaza ha sido una operación vital para cambiar el estatus quo de 76 años de crímenes, de ocupación de atrocidades, de violaciones, robos cometidos por el nacionalsionismo israelí contra el pueblo palestino y que ha permitido abrir los ojos a gran parte d ela humanidad, haciendo inadmisible quedar impasible. Conducta necesaria ante una política de solución final calcada de aquella política implementada por el nacionalsocialismo alemán en la segunda guerra mundial y que tuvo como víctimas a discapacitados, europeos de creencia judía, prisioneros de guerra y políticos, gitanos, eslavos, entre otros: ¿Qué puntos destacaría?

Uno de los puntos más importantes es la visibilidad y evidencia innegable de lo criminal que es la sociedad israelí. Y hablo de sociedad, no sólo de su régimen civil militar administrador porque mayoritariamente los israelíes son cómplices de los crímenes de guerra y lesa humanidad cometidos por el régimen que los gobierna. Ya sea por acción, al ser miembros de sus cuerpos militares, navales, como colonos paramilitares, piezas de sus servicios de seguridad como el Mossad y el Shin Bet. Como también son cómplices por pasividad, al no ser contrarios a esa política de exterminio y no exigir, por ejemplo, el cese de los crímenes, de los bombardeos, de la segregación, el apartheid, la construcción de muros destinados a crear dos campos de concentración como son Gaza y Cisjordania.

No se puede alegar desconocimiento cuando son hechos visibles día a día. No se puede argumentar por parte de un israelí, que ignoraba la existencia del Muro que divide y segrega Cisjordania, que Gaza ha estado bloqueada total y criminalmente desde el año 2006 a la fecha. Un ocupante israelí de los territorios palestinos no puede desconocer que miles y miles de casas que ocupan son propiedad de familias palestinas que han sido usurpadas y expulsadas desde Al-Nakba (1) hasta hoy. Los israelíes no pueden alegar ignorancia, desconocimiento, tal conducta agrava los hechos. Sostengo, permanentemente, con relación a la porfiada realidad, la demostración que el criminal sionista podrá vestirse de ropajes de supuesto demócrata y hablar sobre los avances tecnológicos de su sociedad y como representan una especie de faro de civilización, pero, tales mitos no pueden desmentir ni ocultar, en modo alguno, la sangre que chorrea de su vestimenta. Imagen que los denuncia y condena. Y los ataques genocidas lanzados en estos siete meses, principalmente en la Franja de Gaza develan a un régimen brutal, perverso, criminal con una sociedad que en forma mayoritaria aprueba estos actos criminales.

Se ha hecho evidente que Israel es una sociedad mayoritariamente violenta, racista y podrá usted que lee este artículo preguntarse ¿es posible hablar de una sociedad que en forma masiva es violenta o más bien se maximiza una conducta en virtud de lo que hace su dirigencia?  Mi respuesta es sin ambages: en lo absoluto ¡¡¡¡ no existe amplificación de lo que sostengo, es la constatación que la israelí es una sociedad violenta, que enquistada en Asia occidental desde el año 1948, cuando nace a la vida internacional representa una amenaza para el conjunto de los países de la región. Una sociedad es violenta si ha elegido por sexta vez a un corrupto, un trapichero y receptor de regalías, un personaje que practica el cohecho y con ello arrastra a aquellos que lo acompañan en sus gobiernos, que tiene un gabinete de extremistas y asesinos. Un personaje así no llega al poder sin contar con un porcentaje importante de apoyo, que además le exigen ser más duro y aplicar todo lo que esté a su alcance para “barrer” con el pueblo palestino, incluyendo niños y mujeres. Es decir, una sociedad que llama a practicar el genocidio contra un pueblo ocupado y colonizado.

Esos cientos de miles de israelíes que han salido a la calle para exigir el fin de las reformas judiciales del sexto gobierno de Netanyahu ¡nunca! han exhibido bandera alguna, pancarta o reivindicaciones alusivas al fin de la ocupación, del sistema de segregación, el fin del exterminio contra el pueblo palestino. Es, claramente, una sociedad coautora, en forma mayoritaria de los crímenes que el sionismo comete hace más de siete décadas contra el pueblo palestino. Esos cientos de miles de israelíes que, además de exigir cambios cosméticos en su sociedad, le demandan a Netanyahu liberar a sus “rehenes” apresados en Tormenta de Al-Aqsa. Pero, ninguna bandera palestina, ningún grito para detener las acciones bélicas de genocidio.  No pretenden el fin de la ofensiva bélica exterminadora. No está en ellos maximizar demandas que favorezcan a Palestina, sólo buscan mantener sus privilegios a costa de la vida de decenas de miles de hombres y mujeres asesinados, que sólo en estos últimos siete meses representan 35 mil palestinos, entre ellos 16 mil niños. Noventa mil heridos, la destrucción del 75 % de las viviendas, escuelas y hospitales.

En palabras del Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea desde 2019, Josep Borrell “Las ciudades de Gaza han sido más destruidas que las ciudades alemanas durante la Segunda Guerra Mundial, imagínese la comparación... en una reciente evaluación provisional de daños realizada por el Banco Mundial y por las Naciones Unidas, que ha contado con el apoyo financiero de la Unión Europea, señaló que los daños directos representan unos 90.000 millones de dólares” (2)

El 7 de octubre del 2023 y la Tormenta de Al-Aqsa han generado un cambio de visión, pero también de acción. Un mundo que se ha levantado en apoyo de palestina mostrando el verdadero rostro del sionismo, ese que suele invisibilizarse bajo al enorme maquinaria mediática y política de los medios de desinformación y manipulación controlados mayoritariamente por un grupo de países aliados del régimen sionista. Esto, muy a pesar de sus gobiernos – sobre todo aquellos occidentales que suelen vociferar sobre los derechos humanos y desgarran vestiduras cuando acusan a determinados países de no cumplir las resoluciones internacionales, los convenios sobre derechos humanos exigidos para unos y ocultados con impunidad para esos gobiernos y sus aliados, responsables de gran parte de las desestabilizaciones, agresiones, invasiones y ocupación de países como Libia, Cuba, Siria, El Líbano, Cuba, Irak, Afganistán, Venezuela, Palestina, Yemen, la República Saharaui, Irán, Palestina mostrando el verdadero rostro  del sionismo.

Tormenta de Al-Aqsa ha hecho patente que la resistencia palestina está más viva que nunca a pesar de sus decenas de miles de mártires, que está allí como un faro de dignidad, referencial para todos los pueblos que luchan por su libertad, por su autodeterminación por librarse de sus ocupantes de aquellos que le niegan su condición de seres humanos. Tormenta de Al-Aqsa se ha levantado como el principio del fin del sionismo. Nada será lo mismo pues se mostró los pies de barro de aquello que se veía como un gigante, pero que simplemente es una entidad de cartón y que ya había mostrado sendas derrotas a manos de la propia resistencia palestina y del Movimiento de Resistencia islámica de El Líbano, Hezbolá (3) Hoy el combate contra la entidad infanticida israelí evidencia la unión férrea del Eje de la Resistencia, que articula a países, movimientos y organizaciones con un objetivo común: la defensa de sus países y la lucha contra el sionismo y sus aliados.

La Resistencia palestina dejó al desnudo las carencias morales y combativas de un ejército más bien constituido por mercenarios, con miembros provenientes de numeroso países cuyos ciudadanos de creencia judía suelen mandar su hijos a cumplir sus “deberes militares” en un régimen extranjero – que no ocasiona mayor ruido en esas sociedades como si fuese normal que el ciudadano de un país, como Argentina por ejemplo no realice su servicio militar en sus fuerzas armas pero si sirva a una potencia extranjera y en labores de represión y exterminio de un territorio ocupado ilegalmente.  La moral combativa, el sentido de conciencia y la justeza de la lucha anima a los combatientes de la resistencia palestina en un alto nivel de enfrentar en condiciones muy adversas al enemigo sionista, que suele tener la fuga de la región cientos de miles de colonos e incluso el suicidio de numerosos efectivos militares

Tormenta Al Aqsa no ha concluido y la necesidad de mantenerla en activo lo marca el hecho que Israel al cierre de este articulo ha atacado objetivos en Rafah después de que el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) aceptara una propuesta de alto el fuego. El ente sionista podrá atacar Rafah – la ciudad más importante de la Franja de Gaza en el sur del enclave palestino – y seguir exterminando a hombres y mujeres palestinos, entre ellos decenas de miles de niños. Podrá seguir construyendo más y más asentamientos ilegales en Cisjordania y tratar de rodear y ahogar con colonos los más extremistas dentro de la sociedad israelí a los palestinos en las ciudades de Ramalá, Al-Quds, Yenin, Al-Jalil entre otras. Tendrá interés en seguir ampliando el muro de 720 kilómetros que se adentra en Cisjordania y rodea la Franja de Gaza convirtiéndolas de hecho en dos enormes campos de concentración. Puede seguir expulsando a familias palestinas de sus casas, demoler sus viviendas, destruir sus campos de cultivo, impedir el retorno de los refugiados, pero…nada de ello impedirá la resistencia y lucha del pueblo palestino, nada podrá impedir nuevas tormentas que sacudan a un sionismo con pies de barro. Tormenta de Al-Aqsa ha quedado grabada a fuego y su calor irradia dignidad, fuerza y valentía.

 

Pablo Jofré Leal

Articulo para HispanTV

Permitida su reproducción citando la fuente.

  1.  El historiador palestino Rashid Khalidi señala que “cuando empezaron los enfrentamientos, a finales de 1947 —tras la llamada resolución N° 181 y hasta la proclamación de Israel el 14 de mayo de 1948— unos 300 000 palestinos fueron expulsados de sus hogares por las milicias sionistas. A partir de mayo de 1948 el sionismo inició una expulsión más sistemática de los palestinos y otros 450 000 fueron forzados a abandonar sus casas y sus tierras”, señala Khalidi, autor de ‘Palestina, cien años de colonialismo y resistencia’.

Los que intentaron regresar fueron recibidos a tiros, encarcelados o forzados a volver al exilio. “Solo los que se quedaron y fueron registrados por Israel en su primer censo fueron considerados ciudadanos israelíes. A todos los demás se les declaró ausentes y sus propiedades fueron confiscadas, aunque estuvieran, por ejemplo, en Jerusalén Este y su casa a tan solo unos pocos metros en la otra parte de la ciudad” señala Khalidi. En algunos lugares donde la población se resistió, los historiadores han documentado masacres como la de Deir Yassin, donde un centenar de palestinos fueron asesinados. En 1948, solo un tercio de la población del Mandato Británico de Palestina era judío, unas 600 000 personas, según el consenso de los historiadores. Pero esta comunidad, solo poseía en torno al 6%, 7% de las tierras, que además no estaban en manos privadas sino fundamentalmente en las de organismos sionistas como el Fondo Nacional Judío o la Agencia Judía de Colonización, mientras que la gran mayoría de la tierra pertenecía al Estado o a propietariospalestinos. https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-65528599

  1. https://www.swissinfo.ch/spa/borrell%3a-en-gaza-se-ha-destruido-m%c3%a1s-que-en-alemania-en-la-segunda-guerra-mundial/76290416 
  2. https://www.telesurtv.net/bloggers/Guerra-de-los-33-Dias-Derrota-del-Sionismo-a-Manos-de-Hezbola-20180909-0002.html

Pablo Jofré Leal
Pablo Jofré Leal Periodista y escritor chileno. Analista internacional, Master en Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid. Especialista en temas principalmente de Latinoamérica, Asia Occidental y el Magreb. Es colaborador de varias cadenas de noticias internacionales. Creador de página WEB de análisis internacional ANÁLISIS GLOCAL www.analisisglocal.cl

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