“El acuerdo de Viena es un acuerdo claro a base del cual el presidente de EE.UU. (Barack Obama) tiene que convencer al Congreso y levantar las sanciones contra Irán (…) De lo contrario, deberá dar cuenta al mundo de que el objetivo de EE.UU. es imponer su voluntad y sacar adelante sus objetivos a través de la fuerza y las sanciones”, ha declarado este jueves Mohamad Yavad Zarif.
El acuerdo de Viena es un acuerdo claro a base del cual el presidente de EE.UU. (Barack Obama) tiene que convencer al Congreso y levantar las sanciones contra Irán (…) De lo contrario, deberá dar cuenta al mundo de que el objetivo de EE.UU. es imponer su voluntad y sacar adelante sus objetivos a través de la fuerza y las sanciones”, ha declarado Zarif.
En una entrevista exclusiva con el canal estatal chino CCTV, el ministro de Exteriores iraní ha considerado que si existen problemas internos en EE.UU., esto no debe tener relación alguna con el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés), y el Gobierno de Washington tendrá que cumplir con la materialización de lo acordado.
De acuerdo con Zarif, EE.UU. debe dejar de lado sus medidas “no constructivas” y respetar sus compromisos y cumplir con la ley, como ya en Irán un Gobierno unido y dinámico se ha encargado de este caso.
A este respecto, ha destacado la existencia de parámetros y mecanismos para garantizar el desarrollo adecuado de ambas partes al respecto.
En otra parte de la entrevista, concedida al margen de su reciente viaje de un día de duración a China, el canciller iraní ha resaltado el interés de los dos países en ampliar y profundizar lazos multilaterales a nivel bilateral, regional e internacional.
Según el jefe de la Diplomacia de la República Islámica de Irán, China es un socio comercial e industrial importante y un negociador positivo y constructivo para Irán, y como ejemplo ha mencionado al destacado papel de China en el rediseño del reactor de agua pesada de Arak.
El canciller iraní ha recordado que “sin China y Rusia no alcanzaríamos un resultado final. Moscú, a su vez, tuvo una conducta constructiva”, de manera que gracias a una colaboración conjunta y constructiva se logró el acuerdo final.
En cuanto al ingreso de Irán a la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), Zarif ha indicado que la región de Oriente Medio se enfrenta con problemas como el extremismo, el terrorismo y el tráfico de drogas, que a parte de la política también han dañado la economía de la zona.
Ya es hora de que el Occidente deje de lado el extremismo y la violencia y observe y comprenda la realidad; en este camino, Irán, China y Rusia también forman parte de la solución, si el Occidente es realista”, ha manifestado Zarif.
“Todos reconocen que Irán es un actor importante y pacifista en la región. Por tanto, la entrada de Irán en esta Organización, junto a China y Rusia, podrá servir de una gran ayuda para este conjunto”, ha detallado.
En este contexto, ha subrayado que gran parte de los problemas regionales son obras de EE.UU. y su papel destructivo en Oriente Medio, cuyo ejemplo se observa en Afganistán e Irak y la consiguiente expansión del terrorismo y extremismo.
A criterio del alto cargo de la Cancillería persa, el militarismo en Irak, las crisis en Siria y Afganistán, el hecho de enviar y armar terroristas y mercenarios, se enraízan en las políticas erróneas del Occidente en la región de Oriente Medio, y enfatiza que “han de saber que estos temas no se resolverán sin Irán, y la OCS tampoco será una organización completa”.
En otra parte de sus afirmaciones, ha hecho referencia a la crisis de refugiados en el continente europeo y ha señalado que la solución política, las reformas y las elecciones supervisadas por la Organización de las Naciones Unidas serán la clave para poner fin a este fenómeno.
De acuerdo con Zarif, la llegada de los refugiados a Europa ha despertado a los países de ese continente y les ha hecho conscientes de las consecuencias de sus políticas para Oriente Medio.
“Ya es hora de que el Occidente deje de lado el extremismo y la violencia y observe y comprenda la realidad; en este camino, Irán, China y Rusia también forman parte de la solución, si el Occidente es realista”, ha manifestado.
Al final de sus afirmaciones, ha subrayado que el fenómeno del extremismo es un tema mundial y todo el mundo tiene que esforzarse para su erradicación.
“Hoy en día, el mundo necesita conciliación y paz, y a través de cooperaciones, diálogos y paciencia no solo se solucionarán los problemas en Oriente Medio, sino en todo el mundo, y no se permitirá el surgimiento de nuevas crisis. Necesitamos ser buenos negociadores y buenos oídos a la vez”, ha concluido.
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