El canciller iraní, Hosein Amir Abdolahian, ha discutido este miércoles en una llamada telefónica con el ministro de Exteriores afgano en funciones, Amir Jan Muttaqi, la larga querella entre los dos vecinos por el aprovechamiento de los cauces fluviales y otros asuntos de interés mutuo.
El jefe de la Diplomacia iraní ha saludado la decisión del gobierno de los talibanes para cumplir con un tratado firmado entre los dos países en 1973, según el cual Irán tiene derecho a recibir 820 millones de metros cúbicos de agua del río Hirmand (o Helmand como se conoce en Afganistán) por año.
Sin embargo, Amir Abdolahian ha pedido que Kabul tome pasos prácticos para distribuir el agua con Irán, subrayando que, cualquier paso contrario afectaría negativamente las relaciones bilaterales.
El máximo diplomático persa ha explicado que la falta de cumplimiento de sucesivos gobiernos afganos con el acuerdo de 1973 ha hecho que la gente en Sistán y Baluchistán, fronterizo con Afganistán, sufriera una serie de severísimas sequías, entre otros problemas.
Ha expresado, además, su esperanza de que los funcionarios afganos acuerden la creación de un comité técnico conjunto que evalúe las condiciones de los recursos hídricos en Afganistán.
En cuanto a la cuestión de seguridad en las fronteras comunes, Amir Abdolahian ha advertido que los enemigos de ambos países traman complots, entre ellos provocando tensión fronteriza, para socavar lazos antiguos entre Teherán y Kabul. “El compromiso con asegurar las fronteras comunes es nuestra línea roja”, ha subrayado el canciller persa, pidiendo a los talibanes que impidan cualquier incidente en los límites.
El ministro de Exteriores afgano en funciones, por su parte, ha reafirmado el compromiso de los talibanes con proteger las fronteras que comparte con sus vecinos.
Asimismo, en cuanto a la disputa de larga data entre los dos países sobre el agua, Muttaqi ha destacado que su país respeta el tratado de 1973 y trabajará para solucionar los problemas técnicos al respecto.
La conversación se realiza después de que el martes el presidente iraní, Seyed Ebrahim Raisi, ordenara a los Ministerios de Exteriores y de Energía que prosiguieran seriamente la disputa con Afganistán sobre los recursos hídricos compartidos.
En esta línea, Amir Abdolahian ha visitado hoy Sistán y Baluchistán (sureste) para hacer un seguimiento de los derechos de agua de Irán del río Hirmand y evaluar de cerca los problemas de los residentes de la provincia, afectados gravemente por la sequía y daños irreparables a todos los ecosistemas de esa región.
Las disputas por las aguas entre ambos países se retrotraen a 1870, cuando Afganistán estaba bajo el dominio británico. Aunque los dos países firmaron un acuerdo en 1973 para resolver el problema, la parte afgana nunca implementó lo acordado debido a tensiones políticas y cambios sucesivos de regímenes.
La sequía se agravó en Irán a finales del siglo pasado cuando Afganistán comenzó a construir una red de presas y canales de regadío partiendo del río Hirmand en las provincias de Kandahar, Helmand y Nimruz.
El martes, Hasan Kazemi Qomi, enviado especial del presidente iraní en Afganistán, dijo que Irán recibió solo el cuatro por ciento de su cuota de agua durante el año pasado del calendario iraní, que finalizó el 20 de marzo, pero sostuvo que los funcionarios afganos prometieron trabajar para eliminar los obstáculos para que Irán aproveche su parte del río.
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