El representante permanente de Irán ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Amir Said Iravani, expresó el miércoles su profundo pesar por el brutal atentado terrorista, reivindicado por Daesh, contra el santuario de Shah Cheraq en Shiraz (suroeste), que dejó el miércoles 15 peregrinos muertos y otros 19 heridos.
“Este es un terrible ataque terrorista contra ciudadanos, incluidos niños y mujeres”, dijo el diplomático persa en su intervención en una sesión del Consejo de Seguridad.
Iravani advirtió que “el terrorismo en todas sus formas constituye una amenaza real y grande para la paz y la seguridad internacionales”, por lo que pidió al Consejo de Seguridad que “condene este crimen atroz de forma clara y contundente”.
Las autoridades iraníes consideran el sangriento atentado de Shiraz parte de un plan diseñado por los enemigos para explotar las protestas en curso en las últimas semanas en Irán por la muerte de la joven iraní Mahsa Amini para hundir el país en caos.
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