Los estudiantes que han protestado este sábado en el entorno de varias universidades, incluyendo Shahid Beheshti, Razi, Kharazmi, etc. al realizar manifestaciones pacíficas, en realidad han mostrado un modelo de la protesta no violenta, como es común en los países democráticos.
De hecho, los estudiantes reclamaban aclaraciones y justicia en el caso de la trágica muerte de Mahsa Amini de 22 años, acaecida en un hospital días después de que fuera detenida por la Policía de Irán; un fallecimiento que está bajo investigación.
La semana pasada, diferentes ciudades de Irán fueron escenarios de violencia callejera protagonizada por vándalos que se infiltraron en protestas por la muerte de Mahsa Amini.
Eso mientras ya las autoridades del país persa habían advertido a los manifestantes sobre la necesidad de estar atentos ante el abuso de las reuniones de protesta por parte de los alborotadores y vándalos.
En el caso más reciente, el grupo terrorista Yeish al-Adl, afiliado a la arrogancia mundial, llevó a cabo el viernes ataques a varias comisarías y centros públicos en la ciudad de Zahedán, capital de la provincia Sistán y Baluchistán (sureste).
El gobernador de Sistán y Baluchistán, Hosein Modares Jiabani, dijo que como consecuencia de los ataques terroristas, al menos 19 personas perdieron la vida, incluidos miembros de la policía, y otras 20 resultaron.
Hasta el momento, el Ministerio de Inteligencia de Irán ha identificado y arrestado a decenas de terroristas, mercenarios y agentes de organizaciones de espionaje extranjeras que intentaban promover disturbios violentos en el país persa en el marco de las protestas por la muerte de Mahsa Amini.
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