“Desmentimos firmemente cualquier papel en los ataques contra las fuerzas estadounidenses. Este reclamo sin fundamento de Estados Unidos no puede justificar el bombardeo y el asesinato de personas en violación de las normas internacionales”, ha indicado este lunes el portavoz del Gobierno, Ali Rabiei, a la agencia de noticias local Fars.
También ha condenado los ataques “ilegales e injustificables” de EE.UU. contra varias posiciones de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), en el distrito occidental de Al-Qaim, en la provincia de Al-Anbar, que dejó el domingo al menos a 25 muertos y 51 heridos.
“Como parte de sus mentiras recurrentes y para justificar este acto de agresión y masacre, el Gobierno de EE.UU. afirma que los grupos populares iraquíes están respaldados por Irán y los ha nombrado como los autores de los ataques a las bases de las fuerzas estadounidenses en ese país”, ha denunciado.
El portavoz iraní ha manifestado además que es “irónico” que Estados Unidos todavía esté ocupando algunas partes de Irak y bombardeando al pueblo del país árabe mientras “descaradamente afirma que respeta la soberanía del gobierno iraquí”.
Rabiei ha subrayado que la agresión de Estados Unidos ha sido otra prueba de su papel “destructivo” en la perturbación de la paz y la seguridad en la región, particularmente en Irak, y una vez más demostró que “mientras Estados Unidos mantenga su presencia no solicitada en Irak y Siria, la paz será inalcanzable para todos”.
Washington trata de determinar la supuesta implicación en un ataque contra una base militar en la ciudad iraquí de Kirkuk (norte), en el que murió el viernes un “contratista civil estadounidense”, de un grupo de la Resistencia iraquí dependiente de Al-Hashad Al-Shabi, que a su juicio es respaldado por Irán.
A pesar de que Al-Hashad Al-Shabi, parte de las Fuerzas Armadas iraquíes, ha desempeñado un rol clave en la lucha contra el terrorismo en el país árabe, el Gobierno estadounidense, presidido por Donald Trump, ha adoptado una posición hostil hacia estas tropas populares: bombardea sus posiciones y les ha impuesto brutales sanciones.
Las fuerzas populares iraquíes son duros críticos de la presencia de EE.UU. en el territorio de su país y su poderío militar es considerado por la Casa Blanca como un obstáculo para la materialización de los objetivos de Washington y sus aliados regionales en este país geopolíticamente importante y rico en reservas petrolíferas.
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