• El portavoz del Ministerio persa de Exteriores, Seyed Abás Musavi, ofrece una rueda de prensa en Teherán (capital).
Publicada: domingo, 30 de junio de 2019 1:39

Mientras Irán responde con diplomacia en su política exterior, Estados Unidos, en esta vía, usa las sanciones, el terrorismo económico y las guerras.

En reacción a las declaraciones de autoridades estadounidenses de que Teherán debe optar por la vía diplomática en su trato con Washington, el portavoz del Ministerio iraní de Exteriores, Seyed Abás Musavi, ha dejado claro que Teherán seguirá con su política de “resistencia” ante las presiones de la Casa Blanca.

Conforme a la doctrina iraní, la diplomacia se responde con diplomacia y la presión con resistencia, pero esta definición parece ser distinta para las autoridades estadounidenses, ha cuestionado el portavoz persa.

El vocero también ha aseverado que Irán responde la diplomacia con la diplomacia, tal como pide EE.UU., sin embargo, “en la diplomacia estadounidense, no hemos visto nada más que respuestas con sanciones ilegales y guerras”, ha fustigado Musavi.

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Las declaraciones del portavoz de la Cancillería persa se han producido después de que el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, Garrett Marquis, afirmara la semana pasada que Teherán no alcanzó a dar “una respuesta adecuada” a lo que describió como intentos del presidente de EE.UU., Donald Trump, para usar la diplomacia en el caso nuclear iraní.

Irán sí responde la diplomacia con la diplomacia tal y como profesa EE.UU., sin embargo, de la diplomacia estadounidense, no hemos visto nada más que las sanciones ilegales y guerras para poder responder”, ha señalado el portavoz del Ministerio persa de Exteriores, Seyed Abás Musavi.

 

Marquis, asimismo, acusó a Irán de realizar “un chantaje nuclear” por haber prometido que renunciará a otros dos compromisos del pacto nuclear a partir del 7 de julio, por lo que el funcionario estadounidense pidió intensificar la presión internacional contra el país persa.

En mayo, Irán suspendió parte de sus compromisos nucleares en respuesta al retiro ilegal de EE.UU. del pacto, de nombre oficial el Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés) y la reactivación de todas las sanciones levantadas en virtud del acuerdo nuclear, sellado en 2015 con el Grupo 5+1 (entonces integrado por EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania).

Irán, que cumplía a cabalidad con lo estipulado en el pacto, —como corrobora la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA)— tomó la decisión de reducir sus compromisos en reacción al aumento de las medidas restrictivas desde la Casa Blanca e inacción de Europa para salvar el acuerdo.

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Las autoridades iraníes advierten de que las medidas coercitivas de la Casa Blanca cierran cualquier posible canal diplomático entre EE.UU. e Irán, y ponen de relieve que “a EE.UU. no le interesa la verdadera diplomacia” y solo busca obligar a Irán a rendirse a sus demandas excesivas.

Durante los más de 40 años que han transcurrido tras la victoria de la Revolución Islámica (1979), Irán ha conseguido grandes logros en diferentes ámbitos, el militar incluido, sin someterse a los dictados desde Washington.

EE.UU. y sus aliados, que se sienten amenazados ante el potencial del país persa, recurren a cualquier herramienta de presión y de sabotaje para demonizar a Irán y facilitar un ataque militar en el país persa; un anhelo que parece poco plausible por la existencia de potencias emergentes como Rusia, China y la propia República Islámica.

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