En una entrevista concedida el miércoles a la agencia británica de noticias Reuters, Zarif advirtió que el llamado “equipo B”, que incluye al asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., John Bolton, y al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, podría incitar al presidente estadounidense, Donald Trump, a entrar en un conflicto con Irán.
“Aquellos que han diseñado las políticas que se están aplicando no quieren simplemente una solución negociada. Pero permítanme aclarar que Irán no está buscando una confrontación, aunque sí se defenderá”, dijo el ministro iraní.
Sobre la posibilidad de que haya gente que pueda intentar “planear un accidente” para desencadenar una crisis más amplia, Zarif afirmó que no cree que Trump quiera una guerra con Irán, pero eso no excluye que pueda ser “arrastrado a una”, recalcó.
Aquellos que han diseñado las políticas que se están aplicando no quieren simplemente una solución negociada. Pero permítanme aclarar que Irán no está buscando una confrontación, aunque sí se defenderá”, dice el ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif.
Asimismo, en otra parte de sus declaraciones, el máximo diplomático iraní sostuvo que Irán actuará con “prudencia” en respuesta a lo que considera “políticas peligrosas” de EE.UU., mientras que al ser preguntado acerca de si los buques de guerra norteamericanos todavía podían pasar por el estrecho de Ormuz, Zarif contestó que “pueden atravesarlo”.
“Si EE.UU. desea seguir observando las reglas del juego, los canales de comunicación, los protocolos actuales, entonces, a pesar del hecho de que consideramos la presencia de EE.UU. en el Golfo Pérsico inherentemente desestabilizadora, no vamos a tomar ninguna acción”, señaló Zarif.
Por otra parte, tildó de “absurda” la decisión de la Casa Blanca de catalogar como grupo terrorista al Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, pero indicó que Teherán no planea responder militarmente a menos que EE.UU. cambie las normas que guían su interacción con las fuerzas iraníes.
Trump retiró, en mayo de 2018, a EE.UU. del acuerdo nuclear iraní alcanzado en 2015 entre Irán y el entonces Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania), y reimpuso sanciones a la República Islámica.
La última acción estadounidense contra Teherán tuvo lugar el pasado lunes, cuando el inquilino de la Casa Blanca decidió no renovar las exenciones a las sanciones para la compra del crudo iraní.
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